viernes, 5 de abril de 2013

Las Vías Verdes de 'La Panderola' y 'La Pedrera'

Realizada el 31/03/13

La Panderola (Villarreal)

El recorrido de la ruta, de 30 km, es este




y el perfil de la misma



Esta ruta une dos antiguas vías férreas de la provincia de Castellón. Ambas están consideradas como Vía Verde pero también las dos están por acondicionar como tal (señalética, camino, etc.), si bien la de la Panderola está señalizada como un itinerario ciclo-cultural desde Villarreal hasta Alquerías del Niño Perdido.



La vía de la Panderola unió Castellón con el Grao de Castellón (13 de agosto de 1888), Castellón, Almazora y Villarreal (31 de octubre de 1889), Villarreal y Onda (17 de abril de 1890) y, finalmente, Villarreal, Burriana y el Grao de Burriana (1 de julio de 1907) hasta el inevitable cierre de la línea el 31 de agosto de 1963.



El nombre de la Panderola (cucaracha) le viene tanto por el color negro de las locomotoras como por el movimiento tan lento e irregular que tenía y en Villarreal, también se la conocía como la matagüeles (mata abuelas).

Paseo de la Estación (Villarreal)

Empezamos la ruta en la estación de tren de Villarreal saliendo hacia el paseo de la Estación. Siempre en línea recta atravesaremos toda la ciudad pasando por la plaza Mayor hasta llegar al parque La Panderola.


Panderola n.º3 y vagón n.º 20 (Villarreal)

En este parque, como recuerdos, además de la locomotora todavía queda en pie, con alguna pequeña remodelación, lo que en su día fue el edificio de viajeros de la estación de Villarreal.





En este punto las vías tomaban el camino hacia Onda o, como hacemos nosotros, hacia el Grao de Burriana. Para ello continuamos por la c/ Onda hasta la rotonda con la avda. Alemania, que dejamos por la tercera salida. Hay que ir bordeando Villarreal como lo haría el tren, sin giros bruscos.



Las primeras cinco rotondas las abandonamos por la segunda salida, pero en la sexta, que tiene una curiosa fuente en el centro, cogemos la primera. Pasamos sobre la Acequia Mayor o Soberana para llegar a dos nuevas rotondas (otra vez por la segunda salida).



En las afueras de Villarreal la N-340 cruza el trazado de las vías del tren que es el que seguía la Panderola. Para acercarnos a ellas seguimos pedaleando hasta el camino del Molino Roqueta, donde además de encontrarse el edificio en cuestión vemos la primera señal del itinerario.



El camino esquiva las vías por un paso inferior a la salida del cual dejamos el asfalto y circulamos entre campos de naranjos acercándonos poco a poco a las vías.



Casi a su altura volvemos al asfalto y nos separamos de las vías. El trazado de la Panderola seguía recto, pero este antiguo tramo ha desaparecido, de modo que no hay otra opción.



En el siguiente cruce en T giramos a la derecha, llegando al puente que pasa sobre las vías. No llegamos a cruzarlo porque en el inicio de la rampa sale un camino a la izquierda que es por donde continua la ruta. Poco más adelante hay un muro de unos cuarenta metros que corresponde al terraplén del antiguo ferrocarril.



El camino hace ahora varios giros bruscos llegando finalmente al barranco de Ratils. Antes de cruzarlo y seguir con la ruta, torcemos a la derecha hasta ver, en mitad del barranco, las pilastras que sostenían el antiguo puente.



De nuevo en el camino de la ruta se llega a un cruce en el que se gira a la derecha, intentando acercarnos de nuevo a las vías.



Pasada la caseta una cadena 'cierra' el camino por el que terminamos frente al terraplén de la vía de la Panderola.



Son sólo 250 metros los que nos separan de los restos de otro puente, en este caso del que cruzaba el cauce del río Seco. Este puente era metálico y lo único que se conserva son estribos sobre los que se apoyaba.



Hay que cruzar al otro lado para poder seguir el trazado original las vías y hay dos formas de hacerlo:
1.- Bajar al cauce del río y subir por el terraplén a la pasarela azul. Muy complicado, por no decir imposible, en caso de ir una sola persona.



2.- Retroceder un poco y rodear el campo de naranjos para ir luego hacia la pasarela azul.



Existe una tercera opción que evita la pasarela y que se separa del trazado de las vías de la Panderola. Para ello se baja al cauce del río Seco y se gira a la izquierda, subiendo al grupo de casas que se verá a la derecha. Al llegar al cruce se tuerce a la derecha llegando a Alquerías del Niño Perdido por donde lo hacían las vías.

Después de cruzar la pasarela volvemos hacia el camino que termina siendo de asfalto poco antes de llegar a la estación de tren de Alquerías del Niño Perdido.



Hay que hacer una curva hacia la izquierda para enfilar hacia Burriana, dejando al lado el convento de la Carmelitas Descalzas. Se intuye enseguida que el ancho y recto camino que se ve desde el cruce es por donde irían las vías.



Camino que de nuevo se ve interrumpido por una nueva infraestructura. Para esquivarla y terminar entrando en Burriana nos metemos hacia la izquierda buscando el paso inferior.



Se puede bajar a dicho paso utilizando un sendero que atraviesa el solar o bien hacer la rotonda y seguir por el carril bici que hay antes del paso de cebra.



De un modo u otro se utiliza el carril bici para volver al trazado de las vías tras sortear las moles de cemento que impiden el paso a los coches, y 300 metros más adelante entrar en Burriana.



Por la c/ la Vieta acabamos en el lugar donde se encontraba la estación de Burriana y que desde 1973 tiene una Panderola, recordando su paso por la localidad.




Estación de Burriana

De igual manera que hicimos para salir de Villarreal, es decir, sin giros bruscos, cruzamos Burriana por la ronda Panderola hasta la plaza de la Generalitat Valenciana y allí continuamos por la avda. Jaime Chicharrro. Los 2,5 km que quedan hasta llegar al Grao de Burriana son en línea recta por el arcén de la CV-185. Como detalle, en la segunda rotonda hay una escultura creada con traviesas de madera del ferrocarril.


Antigua grúa (puerto de Burriana)

Al llegar al puerto, final del trazado de la ruta de la Panderola, nos espera una antigua grúa portuaria al lado de la cual se puede descansar antes de iniciar el recorrido de la segunda Vía Verde de la ruta.



Y es el puerto de Burriana el mejor lugar para empezarla, ya que la vía de la Pedrera (cantera) se puso en funcionamiento para traer hasta aquí, la playa del Arenal, las miles de toneladas de rocas extraídas en la cantera de San Sebastián (La Vilavella), necesarias para su construcción en los años 20 del pasado siglo.

Desde la rotonda nos metemos por la c/ l'Alguer siguiendo la suave curva que trazaban las vías hasta llegar al camino de La Pedrera.



Esta antigua vía unía los extremos en línea recta y eso es lo que nos encontramos: un falso llano recto con la silueta de la sierra Espadán en el horizonte.



En el cuarto kilómetro la AP-7 nos obliga a buscar el paso inferior para seguir con nuestro camino, momentáneamente de tierra, porque en breve vuelve el asfalto, ya en el camino de la Vieta.



Es entonces cuando vemos aparecer por encima de los naranjos los tejados de las casas de Mascarell. Está claro que la vía no atravesaba esta pedanía, pero pasar tan cerca de este recinto amurallado declarado como B.I.C., sin acercarse unos minutos...


Portal de Valencia (puerta Oeste)

Iglesia de San Agustín (finales del s. XVII)

Ayuntamiento (s. XVIII)

Portal de l'Horta (puerta Este)

De nuevo en el trayecto de la antigua vía empezamos a dibujar la S que hacía para pasar entre Mascarell y Nules. Primero hacia la derecha llegando a una rotonda que nos conduce por debajo de las vías del tren hasta una segunda glorieta. 




Por su tercera salida, un camino que ha perdido parte buena de su asfalto, el recorrido vuelve a enderezarse.



Volvemos a encontrarnos con la N-340, pero esta vez no hay facilidades para evitarla. Cruzamos con cuidado y seguimos pedaleando hasta el remodelado barranco de la Serraleta, que bordeamos por la derecha en nuestro camino a La Vilavella.


Barranco de la Serraleta

Un nuevo barranco aparece entonces, el de Juan de Mora. Esta vez no hay que desviarse prácticamente nada y, por otro lado, todavía queda en pie un pequeño tramo del antiguo puente del ferrocarril.


Puente en el barranco de Juan de Mora (Nules)

Donde sí nos desviamos es a la altura del nudo de la CV-10, hacia la izquierda concretamente, para superar cuatro pasos inferiores por el barranco del Camino de Artana.


Puente en el barranco del Camino de Artana (La Vilavella)


Al salir del último nos encontramos con nuestro camino casi a la altura de los restos del puente que mantenía la cota de la vía.



El ver ya las casas de La Vilavella nos indica que no nos queda demasiado por delante; en este último kilómetro la imagen de la cantera de San Sebastián se va agrandando al mismo ritmo que los restos del castillo se hacen más distinguibles.


Cantera de San Sebastián y castillo de La Vilavella, s. X (Vilavella)

A los pies de la cantera está el parque de la Vieta, final de la Vía Verde, y de la ruta, en el que existe la aguada y un sifón para rellenar las locomotoras.



Nosotros para regresar a Valencia deshicimos parte de la ruta. Una vez pasado el barranco de la Serraleta giramos a la derecha por el camino de Sta. Teresa entrando en el casco urbano de Nules en busca de la estación de tren.

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Para descargar el track, este es el enlace.

martes, 2 de abril de 2013

De Valencia a Castellón por la Vía Augusta

Realizada el 29/03/13


El recorrido de la ruta, de 96,8 km, es este



y el perfil de la misma


Esta ruta sigue las señales blanquiazules de la Vía Augusta desde Valencia hasta Castellón, la calzada romana más importante de la Comunidad Valenciana (bastante bien señalizada, por cierto). El tramo cubre mucha distancia y se realizó en una jornada, por eso no nos detuvimos en todos los puntos de interés que nos hubiese gustado.



El punto de partida es el carril bici que va hacia Alboraya, compartido por la Vía Augusta y la Vía Verde Xurra. A la entrada de esta población, en el centro del paseo, se encuentra el puente romano del Moro trasladado aquí desde la acequia de Vera.


Puente del Moro (Alboraia)

Pasado el barranco del Carraixet continuamos con el paisaje de huertas a ambos lados de la vía hasta la llegada a Meliana. A las afueras la Vía Verde y la Vía Augusta se separan, continuando nosotros por el asfalto, en dirección a Mahuella y Tauladella, ya entre campos de naranjos por el camino de Albuixech o del Charco.


Meliana

En un par de kilómetros llegamos a las primeras casas del barrio de les Sidres de Albuixech, población que bordeamos por el Oeste.



Tras cruzar las vías del tren gracias a un puente, volvemos a rodar hacia el Norte haciendo giros y contragiros hasta pasada la CV-32.



Desde el cruce con esta carretera enfilamos por el camí Travesser hacia El Puig, del que nos separan poco más de 4 km.


Camino de Cebolla (El Puig)

Ni siquiera entramos al casco urbano ya que las señales nos hacen girar a la derecha para rodear la población. De todos modos, antes de seguirla, se puede continuar recto para ver el edificio del Real Monasterio.


Puzol

Una vez dada la vuelta por la ronda, continuamos en dirección a Puçol, repitiendo el giro a la derecha al llegar a la primera calle urbanizada. En la rotonda, dejando a nuestra derecha la muralla del Jardín Botánico seguimos por la c/ Caminas.

Seguimos recto cruzando por el lateral del paso inferior las vías del tren y luego el barranco del Vallet. Iniciamos aquí un tramo de 1,5 km en ascenso hasta un cruce cercano a la A7.



Torcemos a la derecha, pasando por el convento de las Carmelitas Descalzas, para iniciar un descenso que acaba en la avda. Catalunya de Puçol. Atravesando una zona aparcelada llegamos al camino de los Molinos y luego al camino de Lliria, por el que evitar el cruce de la A7 con la V21 y enfilar hacia Sagunto.



La entrada se hace por el Raval hacia la c/ Valencia, que es dirección prohibida hasta poco antes de pasar por la iglesia de El Salvador. En descenso se acaba en la c/ Huertos que nos lleva hasta las afueras de Sagunto habiendo pasado por los restos arqueológicos del circo romano (esquina c/ del Remei).


Circo romano (Sagunto). Fotografía de valencians.com

Atravesamos el seco cauce del Palancia para rodear el cerro de San Cristóbal, en lo alto del cual se encuentra la ermita de San Cristóbal.


Ermita de San Cristóbal (Sagunto)

La ruta rodea el cerro por la izquierda, pero por la dirección prohibida del camino lo hacemos por la derecha, reencontrando las señales al otro lado, pegados a la A7 y muy cerca de la torre de San Roque, del s. XVI, construida para la vigilancia y defensa del litoral.


 Torre de San Roque, de Roc o de la alquerieta de Roc (Sagunto)

Vamos en paralelo a la autovía los siguientes 2,5 km hasta llegar a una rotonda. Continuamos dirección Faura y la siguiente rotonda la dejamos por el camí de les Valls hasta ver de nuevo las señales por un camino a la derecha, el camino d'Uixó, a las faldas del Cabeçolet que pica hacia abajo y termina en una rotonda de la CV-320.


Motor de la Valentina (Sagunto)

Hacemos caso omiso del carril bici para continuar, entre naranjos, por el mismo camino asfaltado que deja a la izquierda un tanatorio.



Antes de llegar al barranco de l'Arquet, al borde del camino, se levanta la iglesia de Santiago de Benicalaf, s. XVIII.


Iglesia de Santiago Apóstol de Benicalaf (Benavites)

Es el único edificio que se conserva del poblado morisco de Benicalaf. La iglesia como tal fue suprimida en 1901.


Más adelante se llega a dicho barranco y tras cruzarlo el camino empieza a girar hacia Almenara, cuyo castillo en lo alto de la montaña junto con sus dos torres defensivas (Bergamuza y Bivalcadim) nos lleva acompañando en el paisaje desde varios kilómetros atrás.

En esta parte el trazado de la A7 se cruza tres veces con el de la Vía Augusta, aunque en el segundo no se ha respetado el antiguo trazado. Hay que seguir hasta el campo de fútbol La Corona para encontrar el paso inferior y luego girar a la derecha para volver a la Vía Augusta ya en la colada del camino de la Vereda.


Castillo de Almenara y torre Bergamuza (Almenara)

En la parte de atrás del castillo, pasada una harinera, la ruta sigue bordeando el promontorio del castillo, pero vemos el camino cortado de modo que continuamos bajando hacia La Llosa por el camino de Segorbe.


Iglesia del Salvador (La Llosa)

Para llegar al otro lado del pueblo, que es por donde veremos de nuevo las señales, se toma como referencia la iglesia del Salvador y un poco más abajo torcemos a la izquierda por la c/ Acequia.


Lavadero (La Llosa)

A las afueras atravesaremos el paraje del Carcau, donde se encuentra la fuente subterránea del mismo nombre y los restos de un antiguo molino, además de las señales correspondientes que nos mandan por el camino del Molino.


Paraje del Carcau (La Llosa)

No se tarda demasiado en llegar a Chilches (2,5 km) pegados a las vías del tren y esta vez las marcas blanquiazules pasan por el centro del casco urbano no rodeándolo, como era habitual hasta ahora.


Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción y la fuente de la Unión (Chilches)

A destacar en el paso de las calles el paso frente la neoclásica iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción (s. XVII) y la fuente de la Unión reconstruida en 1985, que fue la primera que suministró agua al municipio.



En el camino del siguiente núcleo urbano, Moncofa, al que no se entra, cruzamos un par de coladas (la del Palmeral y Rafal y, luego, la del camino de Cabra) antes de superar el cauce seco del río Belcaire.



Pasados 500 metros se llega a una gran rotonda que hay que rodear completamente para subir por el largo puente y abandonar la N-225 por la derecha (camino de la Raya).


 Motor de Sant Vicent (Vall d'Uixó)


Motor de la Paz (Vall d'Uixó)

En los casi 2 km que nos separan del barranco Randero hay varios edificios dedicados a la extracción de agua: motor de Sant Vicent, de la Paz, Viejo de San Modesto (cuyos escombros de su demolición están todavía en la cuneta frente al polígono de La Mina), el Nuevo de San Modesto y el pozo de Nules, este último a orillas del mismo barranco.


Pozo de Nules (Nules)

Es en el cruce del barranco donde empiezan los 4 km más duros de toda la ruta. En los dos siguientes kilómetros el camino empieza a aumentar gradualmente su pendiente (llega a poco más del 3%) hasta llegar a un descansillo.



Es entonces cuando se cruza la CV-226 y la pendiente continua aumentando (16% de media). Son dos kilómetros hasta llegar al camino de tierra (el único en toda la ruta) frente el pozo de Las Perlas, donde paramos para recuperar el resuello e iniciar, luego, el descenso a La Vilavella por el camino del Barranc Roget.


La Vilavella


No hay que callejear mucho. Una vez en la c/ Sant Antoni hay que seguirla hasta llegar al parque de la Vieta, al otro lado del pueblo (ojo porque las señales hacen un bucle y la llegada al parque no está muy clara, es más intuitiva).


Iglesia de la Sagrada Familia (La Vilavella)

La Vía Augusta coincide aquí con la colada de los caminos de Betxí y la Vall d'Uixó que seguimos durante 7 km, en falso llano salvo poco antes de llegar a las primeras casas, hasta llegar a Betxí.


Ermita de Sant Antoni, s. XVI (Betxí)

Vamos de punta a punta de la localidad al encuentro con el río Seco o Anna, continuando la ruta por su orilla izquierda hasta pasada la CV-10, donde se tuerce a la izquierda.


Río Seco (Betxí)

La autovía nos queda más o menos cerca mientras nos vamos acercando al cauce del Mijares, habiendo atravesado el polígono de la carretera de Onda. Un giro a la derecha por el camino Viejo de Castellón a Onda nos deja por delante 6 km de camino descendente, cosa que es de agradecer, rodando entre las urbanizaciones de las afueras de Vila-real.


Puente de Santa Quiteria (Villarreal)

Por la c/ Encarnación continuamos bajando hacia el adoquinado puente romano de Santa Quiteria (s. XIII) gracias al cual cruzamos el Mijares.


En el año de 1692 cayó un rayo a un uno de junio y do en esta crus
Puente de Santa Quiteria (Villarreal)

Al otro lado del puente, ya en Almazora, dejamos atrás la ermita de Santa Quiteria (s. XVI), antiguo refugio y hospital, para ir hacia la rambla de la Viuda.


Ermita de Santa Quiteria (Almazora)

Ahora la rambla se atraviesa gracias a la carretera, pero no siempre fue así. La prueba la tenemos en las dos enormes pilastras de otro puente romano que ahora ya no existe.



Pasamos al otro lado de la rambla y continuamos recto, llegando a un punto delicado. Se trata de una enorme rotonda de tres carriles donde convergen la AP7, la N-340... es decir, que lleva bastante tráfico y hay que dejarla por la tercera salida (Quadra de Na Tora).



Poco después llegamos a la altura de la CV-1540 donde un poste indica que la Vía Augusta continua hacia Borriol pero, en nuestro caso, es aquí donde abandonamos la Vía Augusta. Nos dejamos caer hacia la derecha hasta encontrarnos con la estación de Castellón y coger el tren para volver a Valencia.



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Para descargar el track, este es el enlace.