domingo, 4 de mayo de 2014

El Desert de les Palmes

Realizada el 21/04/14


PR-CV-422 (Cabanes)

El recorrido de la ruta, de 53 km, es este


y el perfil de la misma

Los puntos naranjas equivalen a ermitas

El punto de inicio está a las afueras de Castellón, detrás del Hospital General, donde el cauce del río Seco de Borriol, acondicionado, abandona la ciudad.

Río Seco de Borriol (Castellón)

Partimos por el margen izquierdo del río, llaneando hacia el camino Caminas, cuyo desvío encontramos señalizado a poco más de 1 km. Por este camino se rueda casi 2 km en los que se pasa sobre las vías del ferrocarril antes de llegar al cruce con la N-340a, punto en el que hay que tener precaución para llegar al otro lado.

Camí de Boira (Castellón)

El camino pasa a llamarse de Boira al otro lado de la N-340a y coincide con el Camino de Santiago que, a su vez, lo hace con este tramo de nuestra ruta; de modo que hacemos caso de la flecha amarilla pasado el puente de la A7.

Camí de l'Algepsar (Castellón)

Es entonces cuando vamos por el camino de l'Algepsar hacia el barranco de la Magdalena, aunque no nos encontramos directamente con él (de momento) porque una curva nos deja en paralelo a su margen derecho para empezar a remontarlo. Enfrente la sierra del Parque Natural del Desert de les Palmes donde se dibujan las antenas de la cima del Bartolo, pero queda mucho por delante hasta que lleguemos allí.

Entrada a la variante por tierra en el camí de l'Algepsar (Castellón)

Hay que seguir por el asfalto hasta que el firme pasa a ser de tierra, señal de que estamos cerca de pasar al Parque Natural, aunque antes de llegar al Mas de Boira está la entrada a un camino de tierra que permite coger sensaciones para lo que vendrá después, pero que igualmente nos lleva al mismo punto en el que el camino alquitranado, más cómodo, se termina.


El paisaje cambia radicalmente: una pinada frondosa, pegada al barranco de la Magdalena. Subimos hasta una explanada y seguimos por nuestra izquierda a medida que el camino se estrecha, se empina (260 metros al 8% de media) y las piedras sueltas empiezan a hacer acto de presencia.


Tomamos la izquierda en la bifurcación que nos aparece metros después, dejándonos caer en algún momento por la senda, hasta toparnos con la señalética del Parque.


La opción que se sigue es la de ir hacia la ermita de la Font de la Salut. Un pequeño tramo en descenso por una trialera en la que habrá que mirar dónde meter la rueda al menos hasta cruzar el barranco de la Magdalena. Después de esto, el camino es fácil y nos deja en la primera ermita de la ruta.

Ermita de la Font de la Salut (Castellón)

En total estado de abandono esta ermita del s. XVII tenía una talla de madera de la Virgen de la Font de la Salut del mismo siglo. Actualmente se pueden ver los restos de la mampostería, retablo y altar ennegrecidos por las hogueras que se han hecho dentro.

Altar de la ermita de la Font de la Salut (Castellón)

Retomamos el camino que nos conduce, en bajada, a la CV-147 por la que nos espera un tramo de 2,6 km con pendiente mantenida del 5%. La comodidad del asfalto nos permite disfrutar un poco más de las vistas que se tienen de Benicàssim con el Mediterráneo al fondo.


En esta parte es cuando realmente empezamos a pedalear por el Parque Natural, ya en el término municipal de Benicàssim, como nos van informando los diferentes carteles.


Al llegar a la altura de las primeras casas de la urbanización El Refugio dejamos la carretera. En concreto por la calle Les Creuetes, que empieza nada más pasar un ensanche donde hay colocados varios contenedores, por nuestra izquierda.

Silueta de la Cassoleta de Salandó, castillo de Montornés (Benicàssim)

Para meternos en vereda los primeros 300 metros son al 12% de media. Luego suaviza un poco para, en la c/ Mas del Roig, volver a coger pendiente y no dejarla hasta que salgamos de la urbanización por la c/ Cirerer del Pastor (en total casi 380 metros al 12,5%).


Justo cuando la subida asfaltada termina y parece que empieza un tramo de descenso, dejamos la calle de la urbanización por un camino de tierra a nuestra derecha que continua ascendiendo. En realidad podría decirse que aquí es donde empieza la ascensión al Bartolo.


El primer descansillo en esta parte de la ruta se encuentra a casi 700 metros (10% de media) y coincide con el paso por el barranco del Agua. Se rueda por camino ancho y nada arenoso sin demasiadas complicaciones. Precioso paisaje.


Los siguientes 850 metros son más cómodos de subir (7,5% de media). Hay que seguir hacia arriba por el camino de la izquierda cuando veamos la bifurcación, terminando en una anchísima pista blanquecina del Desert de les Palmes que, de nuevo, seguiremos por la izquierda.

Pista del Desert de les Palmes (Benicàssim)

No rodamos mucho por la gravilla suelta de la pista, apenas 550 metros al 9% de media y nos encontramos, más o menos a la mitad, la fuente de la Mola que en época de lluvias es posible que lleve agua.

Fuente de la Mola (Benicàssim)

Antes de terminar esta parte veremos un nuevo hito del Camino de Santiago colocado enfrente del camino del Mas d'Huguet, por el que nos tenemos que meter, aunque la señalética de madera nos deja bien clara cual es la dirección a tomar.

Camino del Mas d'Huguet (Benicàssim)

Hay ahora un momento para que las piernas se relajen un poco, cosa que vendrá bien, ya que una rampa hormigonada nos dejará bien claro que seguimos en la parte de la ascensión

Mas d'Huguet (Benicàssim)

Pasado el Mas d'Huguet nos faltan solo 200 metros (los cien primeros al 7% de media) para llegar a una pequeña bajada que desemboca en la pista del Bartolo, asfaltada. Las dos bifurcaciones que nos encontramos se siguen por la izquierda.

Pista del Bartolo (Benicàssim)

Nos quedan dos partes bien diferenciadas en la subida. La primera es de 1,4 km (8,5% de media) en la que si la climatología acompaña, aparte de ver las antenas de la cima, en el valle distinguimos el convento nuevo del Desert de les Palmes, donde hoy viven los monjes Carmelitas que fueron los que, en su día, le dieron nombre al paraje: desierto por ser un lugar solitario al que se retiraban a orar y a la contemplación y de les Palmes, por la cantidad de palmitos que crecen en él.

Convento nuevo del Desert de les Palmes (Benicàssim)

Se puede decir que este tramo termina pasada la cruz del Bartolo, de 90 toneladas y 24 metros de altura, porque disminuye la pendiente antes de afrontar la segunda y última parte de la subida.

Cruz del Bartolo (La Pobla Tornesa)

Un poste con la señalética del PR-CV 422 apunta a un camino hormigonado además de concretar que hay 201 metros hasta la cima (13,3% de media). Toca cogerse fuerte del manillar y poner desarrollo.

Cima del Bartolo (Benicàssim)

Para llegar a la parte más alta (728 m), de deja el camino de hormigón y se rueda un momento entre las antenas. De este modo además de unas vistas privilegiadas podremos ver un par de elementos interesantes en un entorno algo surrealista.

Ermita de San Miguel (Benicàssim)

En primer lugar la ermita de San Miguel. Un edificio de 1752, sobrio, sencillo y reclamando alguna que otra interveción. Como curiosidad fue el refugio del geógrafo francés Pièrre François André Méchain durante sus mediciones detalladas del Meridiano de Greenwich.

Interior de la ermita de San Miguel (Benicàssim)

Al lado de la ermita donde hoy está el vértice geodésico, más o menos, es el lugar donde se encontraba la Cruz Monumental, inaugurada el 26 de octubre en 1902 para conmemorar el nuevo siglo, pero que fue literalmente dinamitada durante la Guerra Civil (17 de agosto de 1936).

Antigua Cruz Monumental y ermita de San Miguel, sobre 1920 (Benicàssim)
Fuente: elscaminsdeldesert.blogspot.com

Vértice geodésico de la cima del Bartolo (Benicàssim)

Retomamos la ruta tras unos minutos indagando por la zona de la ermita y, como era de suponer, toca dejarse caer continuando por la pista hormigonada que nos trajo hasta aquí arriba.


Lo de dejarse caer... con cuidado; los primeros 370 metros están cubiertos de hormigón (15% de media) y luego hay un giro de casi 180º a derechas, por el camino Nuevo del Bartolo que pasa por la cabecera del barranco de Les Santes.


No se trata de un descenso continuo, al menos de momento, porque en los siguientes 1,6 km, aun nos encontramos algún que otro repecho. De hecho pasado el barranco de Les Santes iremos casi siempre hacia arriba hasta dejar un tramo que, por un momento, está asfaltado, ya que el camino Nuevo del Bartolo sigue recto y por tierra. Los 500 metros de bajada siguientes terminan en el lugar donde se une el camino de la Señora, por el que seguiremos pedaleando.

Camino de la Señora (Cabanes)

Un nuevo repecho para superar el nacimiento del barranco del Peligro y, ahora sí, se puede decir que empezamos un tramo largo de descenso (casi 9 km).

Camino de la Señora (Cabanes)

hay que seguir la señalización hacia Les Santes ahora que rodamos por la parte alta de la sierra del Desert de les Palmes. En estos tres primeros kilómetros, digamos que en la parte media, hay algo de gravilla suelta e incluso hay un tramo enlosado con rodeno y, en la parte final, se hace más llano coincidiendo con el paso por el barranco de la Señora.


De nuevo con el terreno rojizo favorable se recorren los casi 2 km que quedan hasta cruzar el barranco de Las Santas, momento en el que vale la pena detenerse unos minutos.



Fuente de Les Santes (Cabanes)

Pasamos a este paraje entre la fuente de Las Santas y otra restaurada en 1993, aunque el elemento más importante se encuentra un poquito más adelante: el ermitorio de Sta. Águeda y Sta. Lucía, que consta de la casa del santero, la ermita y unas dependencias anejas.


Todo el conjunto fue levantado a principios del s. XVII (1611 - 1617), reconstruyendo una edificación de entre 1340 - 1350.


En la entrada lateral de la ermita se encuentran, sobre una hornacina, las imágenes de las dos santas y por encima del pórtico la espadaña con un par campanas.


Seguimos la ruta por el camino que pasa por detrás de la ermita, abierto en 1955, y retomamos el descenso aunque esta vez sobre asfalto, en paralelo al barranco de Les Santes. Ojo porque es estrecho y nos podemos cruzar con algún coche que vaya hacia el paraje.

Mas de Greixets (Cabanes)

Llegamos al camí de la Fusta 1,7 km después, en el límite del Parque Natural, y torcemos a la derecha, disfrutando de los últimos casi 2 km en los que podremos relajar las piernas.

Camí de Miravet (Cabanes)

No se deja el asfalto porque se mantiene en el camí de Miravet, que aparece por nuestra derecha cruzado el barranco de Les Santes y por el que nos volvemos a introducir en el Desert de les Palmes rodando en falso llamo los primeros 2 km.

Entrada al Camino Nuevo del Bartolo (Cabanes)

Los últimos 1000 metros por asfalto antes de volver a la tierra, torciendo a la derecha por el camino Nuevo del Bartolo, se hacen al 8% de media, anticipo de lo que nos espera por delante (1,8 km al 11,5% de media) atravesando la pinada.


Al llegar a un cruce en T finaliza la subida; haremos caso a la señal que dirige a la font de Sant Josep, lo mismo que al llegar al pla de les Muletes, donde se llega en suave bajada.


El camino es algo pedregoso al principio y conforme avanzamos se va estrechando más y más hasta convertirse en una senda con algún que otro punto complicado.


Cruzados los barrancos del Miravet y de Farchá volvemos a tener buenas vistas del valle y la senda se abre casi coincidiendo con el lugar donde se ubica la ermita de Montserrat (s. XVIII), en el cerro de Tebaida.

Ermita de Montserrat (Benicàssim)

Detalle de la ermita de Montserrat (Benicàssim)

Es transitorio porque, de nuevo, apareceremos en una senda que en los últimos metros antes de llegar a la CV-147, se torna imposible para pedalear y hay que echase la bici al hombro para terminar de descender a la altura de la ermita de San José (s. XVIII).

Ermita de San José (Benicàssim)

Está acompañada de una fuente del mismo nombre y que data de la misma época (1703 - 1706). Es muy parecida a las que ya hemos visto, aunque la fachada es curvilínea y la espadaña no tiene campana. En 1783 quedó en semirruina por las lluvias y así permaneció casi un siglo, hasta que fue restaurada a expensas de un sacerdote castellonense.

Fuente de San José (Benicàssim)

Estamos de nuevo sobre el asfalto, con casi 1 km de ascensión por delante previo a empezar otro largo descenso. Primero pasaremos cerca de las ruinas del Antiguo Convento (1697) y después por la puerta del Convento Nuevo del Desierto de las Palmas.

Convento Nuevo del Desierto de las Palmas (Benicàssim)

Se construyó entre 1784 y 1791 en los bancales de la Portería al abandonar las antiguas dependencias y, siguiendo las Reglas Carmelitas, la iglesia ocupa su centro tanto físico como espiritual.

Antro de Sta. Eufrosina, s. XVIII (Benicàssim)

Empezamos el descenso por la sinuosa carretera nada más pasar las instalaciones del convento. Es interesante echar la vista atrás antes de una larga curva a izquierdas para tener una buena panorámica de la sierra.

Nuevo Convento (izda.) y ermita de los Desamparados (dcha). Al fondo las antenas del Bartolo.

Tres kilómetros por asfalto y sin dar pedales prácticamente. Cruzamos el barranco de la Parreta y el del Agua de camino a al urbanización El Refugio, pasada la cual, de nuevo a la altura del ensanche para los contenedores, torcemos por una ancha y empinada pista que baja hacia el barranco del Agua.


Hay que tirar de frenos en este primer kilómetro (14% de media) casi hormigonado hasta el cruce con el barranco de la Parreta, donde ya suaviza la pendiente hacia la urbanización Les Palmes, punto en el que saldremos de los límites del Parque Natural.

Presa en el barranco del Agua (Benicàssim)

No dejamos la carrerassa dels Moïnos hasta el cruce con la de Parreta, prácticamente ya a la altura de la A7. Tiramos hacia la izquierda y justo antes del puente que pasa por encima de la autovía, a la derecha, empieza el camino de la Magdalena por el que proseguimos la ruta.

Cruce del camino de la Magdalena con el barranco de les Apotecàries (Benicàssim)

Al principio se rueda en paralelo a la A7 pero poco a poco nos vamos separando de ella y dejamos atrás el ruido que la acompaña. Son tres kilómetros cuya primera mitad es hacia abajo y la segunda mitad en falso llano, pero ganando pendiente a medida que nos acercamos al cerro de la Magdalena.

Cantera de les Serretes (Castellón)

Este cerro también forma parte del Parque Natural por la riqueza patrimonial que contiene y será el lugar donde realizaremos la última parada de la ruta.

Cerro de la Magdalena (Castellón)

Para llegar a la parte alta hay que girar a la derecha en el cruce con la CV-147 y 400 metros más adelante, meterse a la zona de ocio por el camino de tierra y seguir el camino ascendente. Arriba esperan la ermita de la Magdalena y el castillo Viejo.

Castillo Viejo, de la Magdalena o de Fadrell (Castellón)

Antiguo emplazamiento musulmán tuvo pocas intervenciones cristianas cuando la población decidió bajar a la plana y fundar la ciudad de Castellón (1252). Desde ese momento el abandono empezó a hacer mella en él, quedando únicamente en pie lo que debió ser la capilla de la fortaleza.

Castillo Viejo, de la Magdalena o de Fadrell (Castellón)

El templo dedicado a Sta. María Magdalena tampoco corrió mejor suerte y llegó a desaparecer en su totalidad. En el s. XV se levantó una nueva ermita, origen de la actual, aprovechando una gran cisterna en la roca 

Ermita de la Magdalena (Castellón)

En 1455 se le dota de pórtico y en 1477 de establo y vivienda para el ermitaño, ampliaciones y remodelaciones que continuarían en el s. XVI y principios del XVII con cocinas, comedor, hospedería y aljibe.

Torreón de la ermita de la Magdalena (Castellón)

En 1745 la ruina amenazaba seriamente el templo pero se emprendió otra reforma (1758) que la deja en el estado actual. Las últimas obras de consolidación las sufrió en década de los 80 del siglo pasado.

Ermita de la Magdalena (Castellón)

Deshacemos el camino para volver a la CV-147 y la seguimos hasta una rotonda en la que encontramos un carril bici. Por él llegamos a una nueva glorieta que dejamos por la salida del camí de Sant Francesc. Utilizamos el paso inferior para evitar las vías del tren y, al otro lado, de nuevo un carril bici.


Continuamos por nuestra derecha y no abandonamos el carril bici, que discurre entre la CV-149 y el trazado del ferrocarril, en los algo más de 4 km que nos separan del lugar donde empezamos la etapa.

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