domingo, 15 de febrero de 2015

Límites de la sierra de Ventolà (El Pont de Suert)

Realizada el 02/01/15

Gotarta (El Pont de Suert)

El recorrido de la ruta, de 18,5 km, es este





y el perfil de la misma


Los límites de la sierra de Ventolà podrían definirse gracias a los barrancos de Raons (Norte) y la Torxida (Este), el riuet del Convent (Sur) y el Noguera Ribagorzana (Oeste) y coincide bastante con el recorrido de esta ruta circular con inicio y final en El Pont de Suert.

Iglesia de la Asunción o Nueva (El Pont de Suert)

El barranco de Raons llega al Pont de Suert  por su parte oriental, entre el Tossal de la Emisora y la Roca de Suix, lugar que tomamos como inicio de la etapa, en concreto la c/ Suix, que ya apunta hacia arriba.



Lo malo es que no hay tiempo para calentar las piernas. Desde aquí tenemos que cubrir los siguientes 4,3 km asfaltados al 7,2% de media. Pronto nos separamos del barranco, pero nos encontraremos con él en otro momento de la ruta.



El primer par de kilómetros es, quizás, lo más duro, ya que cuenta con cinco giros de casi 180º con sus consiguientes cambios bruscos de pendiente, pero una vez superados se puede recuperar el resuello con unas agradables vistas del pueblo.


El Pont de Suert

Lo que viene a continuación es más sencillo: pendiente casi mantenida. Sólo se rompe esta tendencia cuando ya hemos rodeado el puntal de Les Dos Roques, que aparece una nueva curva y contracurva.



Superada la serrada de la Gessera, estamos a medio camino de llegar a Gotarta, que marcará el final de esta subida y un cambio de tendencia en el perfil general, algo que seguro agradecen nuestras piernas.



En la misma entrada del pueblo (que ahora pertenece a El Pont de Suert), giramos a la derecha por una calle hormigonada que va rodeando las casas y nos deja en la fuente de Sopena, donde empieza el camino de Gotarta a Maplàs.


Fuente de Sopena (Gotarta, El Pont de Suert)

En lugar de dejarnos caer camino abajo, un último esfuerzo (por la izquierda) para llegar a la iglesia de Santa Cecilia, que debió suceder a la iglesia de San Miguel (s. XII). En la iglesia Vieja del Pont de Suert hay una imagen de San Antonio Abad (s. XVIII) de este templo.


Iglesia de Santa Cecilia (Gotarta, El Pont de Suert)

Ahora sí, empezamos a pedalear por terreno descendente. En realidad esta va a ser la tendencia general hasta llegar a Malpàs, aunque se verá rota en más de una ocasión... Al menos cada vez que crucemos uno de los diez barrancos del tramo.



Antes de llegar al primero de ellos se ve, o se intuye, en lo alto de una montaña, a la izquierda del Tossal de Pollerini, las paredes de las casas abandonadas del pueblo de Erillcastell.



El pueblo cuenta con una iglesia y del los restos del castillo apenas queda nada reconocible, ya que fueron absorbidos por la Casa Montgai.


Erillcastell (El Pont de Suert)

Cruzamos el barranco de la Fuente de Pujol y otras tres torrenteras que también llevan sus aguas al cauce del Raons antes de rodear el serrat dels Bolcaders, en cuya confluencia con el serrat de la Canal de les Tallades, nos reencontramos con este barranco.


Barranco de Raons (El Pont de Suert)

Al otro lado, a la altura de la borda de Martí, volvemos a dejarnos caer en busca de la segunda serie de torrenteras, algunas más importantes que otras (como la de l'Hostalet de Malpàs) siendo las tres últimas afluentes del barranco de La Torxida, el límite oriental de la sierra de Ventolà.


Borda de Martí (El Pont de Suert)

Son dos kilómetros por buen camino de tierra con continuos toboganes, que hacen más entretenido el camino si no lo es ya por el paisaje.



El barranco de Canarillo es el último cauce por el que se pasa antes de llegar a carretera por la que se accede a Malpàs y dejar definitivamente de rodar por tierra.


Malpàs (El Pont de Suert)

Vale la pena aproximarse al pequeño pueblo y ver la iglesia de San Pedro, que aunque en su momento fue románica, de esa construcción no queda resto alguno. Además tenemos una fresca fuente en la plaza para rellenar el bidón.


Iglesia de San Pedro (Malpàs, El Pont de Suert)

Llega la parte más fácil, sin duda. Con las manos en los frenos seguimos la inercia de la bicicleta por la empinada LV-5212, que se une al camino del barranco de Malpàs en su búsqueda del límite Sur de la Ventolà.


Barranco de Malpàs (El Pont de Suert)

Poco a poco la pendiente va suavizando y habrá que dar pedales de cuando en cuando, sobretodo cuando nos incorporamos a la N-260.


A nuestra derecha la escarpada sierra del Ventolá y a la izquierda las umbrías de Cambatiri, entre las que se encañona el riuet del Convent (confluencia del barranco de Malpàs y el de Viu), que acompañamos hasta su encuentro con la cola del embalse de Escales.


Riuet del Convent (El Pont de Suert)

Embalse que se construyó en 1955 engullendo el antiguo puente de Celles y lo que quedaba del monasterio de Sta. María de Lavaix, pero ambos salen a la luz cuando el nivel de agua es bajo.


Puente de Celles y ruinas del monasterio de Sta. María de Lavaix (El Pont de Suert)


Ruinas del monasterio de Sta. María de Lavaix en 1894 (El Pont de Suert)
Dibujo de Jaume Pahissa  basado en una fotografía de Ceferí Rocafort.
Fuente: www.monestirs.cat

Un túnel nos permite acceder al otro lado de la elevación de Sant Llorenç, a la altura del cabo del Fraile, de cara a afrontar esta última parte de falso llano hasta entrar en El Pont de Suert por la N-230 y cerrar el círculo de la ruta.


El tossal de Miravet (El Pont de Suert)

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martes, 3 de febrero de 2015

El Pont de Suert - Bonansa - El Pont de Suert

Realizada el 01/01/15

La Perelada (Bonansa)

El recorrido de la ruta, de 21,2 km, es este



y el perfil de la misma


Salida corta pero intensa que, aunque tiene inicio y final en El Pont de Suert, transcurre casi en su totalidad por tierras aragonesas. El punto de salida lo tenemos en la orilla derecha del río Noguera Ribagorzana más o menos a la altura de la desembocadura del barranco de Cirés.


El Tossal de Miravet (El Pont de Suert)

En la otra orilla está el conjunto de la iglesia Vieja (s. XIII) y el Palacio Abacial (ss. XV-XVI), casa de los abades del monasterio de Sta. María de Lavaix.


Iglesia Vieja y Palacio Abacial (El Pont de Suert)

Esta primera parte del trazado va a discurrir remontando el río, por lo que ya sabemos que el camino va a picar hacia arriba. Así que nos hacemos una foto en el puente metálico que cruza el río y empezamos a darle a los pedales.



Los primeros casi 3 km sirven para ir calentando las piernas, con algún que otro repecho más acusado que avisa de lo que está por venir. Y ese momento llega tras un breve descenso, coincidiendo con la aparición de una enorme tubería de presión verde que atraviesa la roca de la montaña.



Es un tramo de sólo 500 m por la ladera del Mirabet, pero la sensación es de que son muchos más debido al 12% de pendiente media que tiene. Por suerte luego viene una parte casi plana gracias a la cual recuperamos la respiración y volvemos a colocar piñones más pequeños.



Vamos buscando el arroyo de la Mola, afluente del Baliera. Poco antes de empezar la corta bajada que lleva al cauce del arroyo, puede ser que una barrera eléctrica para el ganado nos "corte" el camino, y es que hay una explotación ganadera en esta parte de la ruta.


Arroyo de la Mola (Montanuy)

Llegar a la altura de cualquier arroyo implica una subida algo más adelante y en este caso no es una excepción. Subida que, con Castarné al fondo, termina al encontrarse el camino con la A-1605.


Castarné y su castillo-palacio (izda.) (Montanuy)

La subida por el camino de tierra se ha terminado, sí, pero empieza la que se hace por asfalto. Subida que acabará cuando lleguemos a Bonansa, el ecuador de la etapa, acompañados en todo momento por el barranco de la Mola.



La pendiente media durante los próximos 4 km es del 8%, así que lo mejor es mantener un ritmo cómodo que nos permita disfrutar de las vistas del valle. De todos modos, para que no se nos olvide, la información relativa a la subida nos va a ir apareciendo en señales a cada kilómetro que superemos.





Más o menos a mitad de la ascensión, a la altura de una cantera en el monte, entramos en el término municipal de Bonansa, pero no será hasta una larga curva a derechas cuando las casas de este pueblo montañés acaben estando pegadas a la carretera.


Bonansa

Hay que bordearla por completo en busca del poste con indicaciones del GR-15 que apunta a una bajada. Nada de coger velocidad porque en plena bajada, a nuestra derecha se encuentra la 'font Vella', de origen romano por sus componentes arquitectónicos. Es curioso que las aguas brotan del subsuelo y se recogen en un pozo cubierto.


La 'font Vella' (Bonansa)

Antes de continuar la bajada tampoco pasa inadvertida la estación de servicio para bicicletas que hay al lado de la entrada a la 'font Vella'. Agua, un soporte... Las herramientas las pone cada uno, pero no deja de ser algo digno de mención.


Estación de servicio para bicicletas (Bonansa)

El ancho camino de tierra nos lleva hacia la zona de la Perelada , entre los barrancos de Navarqué y de las Comas, con unas buenas panorámicas de Bonansa. Un tramo de toboganes, donde lo que más destaca son los 220 m al 8,2% de pendiente media tras cruzar el barranco de las Comas, al que se llegar tras seguir, hacia la izquierda, por una bifurcación que nos aparecerá.


Cruce con el barranco de las Comas (Bonansa)

Luego tendremos una larga bajada (2 km) rota brevemente por el cruce con una nueva escorrentía, hasta que terminamos a la altura del barranco del Montot, al que sigue un nuevo repecho algo exigente (400 m al 7% de media).


Barranco del Montot (Bonansa)

Una vez superado ya podemos hacernos a la idea de que el terreno que nos queda, hasta que terminemos la ruta, va a ser picando hacia abajo con mayor o menor pendiente.



En el cruce de caminos que hay en el cambio de pendiente, seguimos en línea recta haciendo caso de las marcas blanquirojas del GR. Se abrirá el bosque, dejándonos en una zona de pasto donde habrá que superar el cercado para el ganado.



Nosotros nos encontramos con varias vacas que se encontraban comiendo al lado de la cinta que cortaba el camino al otro lado la explotación; ni se inmutaron cuando las íbamos esquivando.



Reemprendemos la pedregosa bajada prácticamente en el sitio donde, por nuestra izquierda, sale el camino que lleva hacia el pueblo abandonado de Gabarret, aunque nuestro camino es el de la derecha, en paralelo al barranco de Cirés.


Cirés y su iglesia de San Cristóbal, s. XII (Bonansa)

Se puede decir que la masía de Espolla es la antesala de Cirés, un núcleo de casas perteneciente a Bonansa al otro lado del barranco al que se puede llegar siguiendo, por la derecha, la carretera asfaltada a la que nos acaba llevando el camino.



Quedan tres kilómetros (7,5% de pendiente media) hasta El Pont de Suert, donde hay que echar mano de los frenos, sobretodo en la primera parte del descenso, por lo revirado del trazado de la carretera.


Al fondo, El Pont de Suert

Luego la carretera se vuelve prácticamente una línea recta mientras vamos acompañando al escalonado barranco de Cirés en su camino hacia el Noguera Ribagorzana, cerrando el círculo de la esta ruta al llegar a ese punto.


Barranco de Cirés (Bonansa)

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domingo, 4 de enero de 2015

El barranco del Carraixet (Valencia - Jérica)

Realizada el 20/12/14

Desembocadura del barranco del Carraixet (Alboraia)

El recorrido de la ruta, de 83,4 km, es este



y el perfil de la misma


El motivo de hacer esta ruta no era otro que el de remontar uno de los barrancos más cercanos a Valencia, con sus 52,5 km de longitud (1,45% de pendiente media): el barranco del Carraixet.
Su nacimiento está a 750 metros de altura al Sur de la provincia de Castellón y recoge las aguas de la vertiente meridional de la sierra Calderona.


Desembocadura del barranco del Carraixet (Alboraia)




Las frecuentes riadas del Carraixet llevaron fértiles limos a las tierras de cultivo de la desembocadura, pero esas crecidas también hicieron que, en la década de los 90, la CHJ acometiera unas importantes obras de encauzamiento para disminuir el riesgo de desbordamiento, porque aunque su cauce normalmente baja seco el tamaño de su cuenca lo hace impredecible en época de fuertes lluvias.





Además el barranco aportaba otras fuentes de riqueza, como agua para el riego de los campos, un lugar donde pescar lisas y anguilas y, además, gran cantidad de eneas y cañas con las que hacer algún que otro negocio.




La salida de Valencia la hacemos por el paseo de la Malva-rosa primero y por el de la Patacona después, siguiendo el carril bici que lleva al parque dels Peixets, en la orilla derecha del barranco. Desde aquí podemos seguir hacia la playa para ver la desembocadura del Carraixet.


Ermita dels Peixets (Alboraia)

Quizás el elemento que más nos llame la atención es la blanca ermita marinera, neogótica, construida en 1907 sobre otra más antigua para conmemorar el milagro de los peces que, según la tradición, tuvo lugar en 1348.

Un cura de Alboraia acudía a la llamada de un enfermo en Almàssera. Cuando se dispuso a cruzar el Carraixet, que venía crecido por las lluvias, cayó al agua y perdió las formas sagradas. Más tarde unos labradores le hicieron saber que las formas las llevaban unos peces en la boca que habían visto en la salida del barranco. Así las pudo recoger en un cáliz y las guardó en una arqueta.


Ermita dels Peixets (Alboraia)

Existe cierta discrepancia entre si el cura iba o volvía de Almàssera. Si iba llevaría tres formas (como defienden en Alboraia) y si volvía, dos (como mantienen en Almàssera). Y esto se ve reflejado en los escudos de ambas poblaciones, con tres peces en el de Alboraia y dos en el de Almàssera.



Para empezar a remontar el barranco lo haremos por la orilla izquierda, de modo que aprovechamos el puente que lo cruza y, con en mar a nuestra espalda, comenzamos la ascensión.



Aunque es el principio de la ruta y vayamos con fuerzas, es recomendable hacer estos primeros kilómetros con calma, fijándonos en la lámina de agua, porque de esta manera podremos ver casi con total seguridad fochas, garzas, garcillas y gaviotas, entre otra avifauna.



Cruzaremos la CV-311 pero no seguiremos por el carril bici que comparten la Vía Verde Churra y la Vía Augusta, porque se separa poco después del barranco. Hay que seguir por el asfalto unos metros y volver al mismo camino de tierra por el que íbamos.


Capilla dels Peixets (Almàssera)

Pasada la capilla dels Peixets nos topamos con las vías del metro, que son más difíciles de cruzar y donde tenemos que extremar las precauciones. Hay que cruzarlas con la bici al hombro y salvar la protección para continuar el camino enfrente de la Alquería de Panera. Ojo también al hueco, en la misma curva de bajada al camino, de la acequia del Bracet del Barranc.


Ermita de la Mare de Déu dels Desamparats (Tavernes Blanques)

La CV-3003 es la que cruza ahora en perpendicular el cauce y, por tanto, nuestro camino; para seguirlo hay que ir a la Cruz Cubierta de Almàssera y hacer la rotonda. Al otro lado del puente de la Ermita, en la orilla opuesta, se ve el derramador del Cano.

Hay que aprovechar la salida asfaltada de Bonrepòs i Mirambell, ya que no tocaremos este firme hasta dentro de muchos kilómetros. La siguiente población que aparece en la ribera del Carraixet es la de Vinalesa, pasados 3 km, donde hay un monolito que hace referencia a una de las crecidas del barranco.



En él se puede leer la inscripción: Recuerdo del desbordamiento de las aguas de este barranco. 28-9-1949. Altura que alcanzaron las aguas: 7m.


Confluencia de l'Alt Palmaret con el Carraixet (Alfara del Patriarca)

La Real Acequia de Moncada también cruza el barranco ayudada por un sifón (de más de 130 m) manteniendo la cota mediante la técnica de los vasos comunicantes.


Sifón del Carraixet (Alfara del Patriarca, Vinalesa y Foios)
Al fondo el molino de Alfara, s. XV (Alfara del Patriarca)

Giramos a la izquierda al llegar a la CV-304 y la seguimos el tiempo que tardamos en llegar a la altura del camino de tierra (derecha) que continua remontando el barranco; el cambio más notable, además del firme, es que estamos rodando por el mismo cauce.


Barranco del Carraixet (Alfara del Patriarca)

Por desgracia entramos en lo que puede ser el tramo más feo de toda la ruta: una sucesión de escombros a ambos lados del camino que dan buena muestra de lo que es un vertedero incontrolado, agudizado una vez pasamos a la otra orilla del barranco por el camino del Pla de Foios.


Barranco del Carraixet (Montcada)

Y como si estuviese preparado de antemano, dejados atrás los escombros, aparece la parte más bonita de este tramo bajo del Carraixet, en la que el camino nos lleva por un cauce más o menos encañonado, con un firme rocoso, plagado de piedras arrastradas por el agua que circulaba en su momento.


Barranco del Carraixet (Montcada)

Por la orilla derecha pasaremos al lado del sifón del Brazo Campana, un corto tramo asfaltado, para bajar de nuevo al cauce seco.


Sifón del Brazo Campana (Montcada)

Y de nuevo las rocas, piedra suelta y paredes altas; quizás la parte más agreste de la ruta. Un tramo más bien corto, pero que se disfruta enormemente y donde las suspensiones tendrán algo de trabajo.
La desembocadura del Carraixet ofrecía, ya en la época fenicia, facilidades para atracar cerca de la playa y efectuar labores de carga y descarga. Incluso hay autores que  creen que el barranco era navegable hasta Bétera o Montcada y que servía para comerciar con el poblado íbero del Tos Pelat.


Barranco del Carraixet (Montcada)

El final de esta parte con tanta piedra termina pasado el puente de la CV-315, cuando las roderas nos lleva hacia la orilla derecha, pedaleando algo por encima del lecho del barranco.


Barranco del Carraixet (Montcada)

De todos modos se agradece rodar un poco más rápido, con menos vibraciones y, sobretodo, no teniendo que fijar la vista a pocos metros de la rueda delantera.


Barranco del Carraixet (Bétera)

A poco más de 1,5 km de haber pasado bajo la A7 el camino se separa del barranco, conduciéndonos al polígono industrial de l'Horta Vella. Destacar que muy poco antes de ese desvío, en la otra orilla, desembocan en el Carraixet los barrancos de Portaceli y de Nàquera (segundo y primero respectivamente según el sentido de nuestra ruta) con pocos metros de distancia entre ambos.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Hay que seguir el asfalto por la derecha para reencontrarnos con el protagonista de la ruta metros más adelante. Si se dispone de tiempo en el lado opuesto del polígono se encuentran las termas romanas de l'Horta Vella, que se pueden ver desde el otro lado de una valla.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Sea como sea, nuestra etapa continúa por la otra orilla, así que cuando la carretera nos facilite ese paso al otro lado, volveremos a ir por un camino de tierra que, seguramente, encontraremos cortado por un alambre. No es obligatorio seguir pegados al barranco, porque este camino y la carretera se juntan 375 m más adelante.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Llegamos a la CV-310, la cruzamos y bajamos por una rampa asfaltada casi al nivel del cauce del barranco, por su izquierda.
Nos incorporamos momentáneamente a una carretera, pero la abandonamos en la primera bifurcación, para ser fieles al trazado del barranco.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Nos uniremos al camino de la Torre, que pasa sobre el barranco poco antes del lugar donde se encuentra lo que parece una estación de medición de caudal, a juzgar por las marcas rojiblancas del muro.


Posible estación de medición (Bétera)

La ascensión sigue siendo más cómoda por el asfalto, que sigue incluso habiendo dejado el camino de la Torre, 1 km pasado el muro levantado en la rambla. En las dos siguientes bifurcaciones hay que continuar por la izquierda, circulando entre campos de naranjos..



De repente, por nuestra izquierda, veremos una explanada que se asemeja mucho a lo que puede ser el cauce de un barranco, pero no es así, aunque el Carraixet está relativamente cerca. En este cruce de caminos seguimos recto, por la travesía del Brucar.



Hay que dejar atrás lo que parece una pista de carreras y seguir por la izquierda en los dos desvíos que vendrán a continuación para acabar en un camino de tierra cuya linde está jalonada por piedras blancas.



Donde la tierra termina empieza el hormigón, en lo que parece una encrucijada de grandes campos de naranjos. Si torcemos a la izquierda en la primera variante que se puede, llegamos a la orilla derecha de la rambla que estamos siguiendo.


Barranco del Carraixet (Bétera)

No nos quedará más remedio que hacer un pequeño bucle para bajar a su altura antes de seguir con la ascensión por su orilla derecha, recorriendo el camí de l'Escaló o dels Frares.



Mirando hacia la torrentera, en breve, se ve la caseta de Pantorrilla justo en el lugar en el que el barranco de Pedralbilla se une al del Carraixet o, como se le llama también por esta zona, el barranco de Olocau.


Camí de l'Escaló (Olocau)

Tras superar una zona que requiere bajarse de la bici nos movemos de nuevo por asfalto, cruzándonos en este trecho con el pozo de Santo Tomás.


Pozo de Santo Tomás (Olocau)

Tomando como referencia este pozo de riego hay que avanzar 1 km para tomar un camino a la derecha con el que atravesamos el Carraixet. Es importante destacar que será la última vez que pasemos por el mismo cauce, aunque nos queda algún que otro cruce sobre él.




Ya al otro lado giramos por el primer camino a la izquierda y en el siguiente cruce continuamos recto para, luego, rodear el muro de una finca y avanzar por el camino de la Coveta del Pla durante poco más de 1 km, subiendo hasta la altura del carril bici de la CV-333.

Por nuestra izquierda llegamos a una rotonda donde está el paso para ciclistas que nos permite ir al otro lado de la carretera y reemprender el camino ascendente.

Estamos ahora a casi 5 km de llegar a las casas de Olocau. En este tramo pasaremos sobre nuestro barranco en una ocasión, casi a la vez que la carretera empieza a coger pendiente (1,7 km al 4% de media).


Olocau

Una cómoda bajada nos deja a las puertas del pueblo, pero lo rodeamos por el Oeste y entramos en él cruzando de nuevo sobre el barranco de nuestra ruta. Hemos de seguir por la CV-25 en dirección a Gàtova, pero podemos desviarnos un momento por la segunda salida de la rotonda (Avda. Font del Frare), ya que a escasos 200 m, se encuentra el Arquet, el único vestigio de un acueducto romano que, en su tiempo, recogía las aguas del Carraixet y las pasaba sobre el barranco del Frare.


L'Arquet (Olocau)
Fuente: www.olocau.biz

La rotonda es la que marca el inicio de una larga ascensión (13 km) donde se sigue remontando el barranco de Gátova, otra forma de llamar al Carraixet por esta zona; siempre por el asfalto de la CV-25 y teniendo a nuestra izquierda el lecho del barranco.



El primer tramo (1,93 km al 3,6% de media) rodea el puntal del Cementeri Vell y termina poco después de haber cruzado el puente dels Lladres, sobre el barranco del mismo nombre; puente construido entre 1923 y 1926.


Puente dels Lladres (Olocau)
Fuente: www.olocau.biz

A continuación hay un tramo de descanso (1,3 km) en el que se puede relajar las piernas antes de afrontar los siguientes 3,75 km al 3,8% de media, que da comienzo prácticamente a la vez que se entra en el término municipal de Marines.



Pasamos sobre una nueva escorrentía que vierte al Carraixet, el barranco de la Hoya, en nuestro camino hacia Marines Viejo. Una vez la dejemos atrás tendremos unos escasos 400 m para recuperar aliento y fuerzas antes de encarar los 4,4 km al 3,8% de media que nos separan de Gàtova.


Gàtova

En la parte Oeste de esta localidad se encuentran los enormes arcos de un precioso puente de rodeno, construido en el s. XX, sobre lo que se conoce como el Barranquico.


Puente de Gàtova

Una vez cruzado, si torcemos a la derecha en lugar de seguir ascendiendo (algo que tendremos que hacer de todas maneras) veremos el restaurado lavadero municipal, los 15 chorros de la fuente de los Caños y ya dentro del pueblo, la iglesia parroquial.


Lavadero municipal (Gàtova)

Fuente de los Caños o de San Isidro (Gàtova)

Iglesia parroquial (Gàtova)

Esta iglesia se empezó a construir el 23 de julio de 1723. en 1910 se le agregó el claustro en la parte derecha. La torre se acabó en 1794 y se restauró en 1991 respetando su estilo original.

La subida sigue (1,15 km al 2,61% de media) por la CV-25, aunque no tardaremos demasiado en salirnos de ella, ya que el barranco se separa definitivamente de esta carretera. Para llegar a este punto antes hemos de pasar cerca del acueducto de Piñel.


Acueducto de Piñel (Gàtova)

No está claro que sea de origen romano o musulmán, pero sí que sus dos arcos de piedra hacían que el agua llegara a Gàtova.




A 500 metros del acueducto se encuentra el desvío hacia la fuente del Rebollo, lugar donde dejaremos de rodar por el cómodo asfalto, aunque eso será dentro de 3 km. Primero hay que bajar a la altura de la fuente de la Alameda y, a continuación, iniciar un ascenso (2,4 km al 2,8% de media) siguiendo el cauce del barranco del Rebollo, un nuevo nombre que sumar a la lista.


Cruce con el barranco del Rebollo (Gàtova)

La pendiente va aumentando poco a poco a medida que nos acercamos a la fuente, por lo que una vez lleguemos a su altura igual es necesario detenerse unos instantes, porque nos queda un tramo más exigente todavía.


Fuente del Rebollo (Gàtova)

En concreto son algo más de 800 m (7,2% de media) pero, como decíamos, por el camino de tierra que nace justo enfrente de la fuente.


Camino del Rebollo (Gàtova)

Nos encontraremos con una bifurcación prácticamente en el lugar en que termina la subida y empieza una zona de toboganes. Hay que tirar por la derecha. No hay señalización alguna pero poco después de este desvío ya estaremos en la provincia de Castellón y, para nosotros, eso quiere decir que la cabecera del barranco del Carraixet está muy cerca.


Cabecera del barranco del Carraixet (Altura)

El camino del Rebollo termina uniéndose al camino de las Navas y es justo entre ellos, en la V que forman, donde se encuentra el nacimiento del barranco que venimos remontando desde su encuentro con el Mediterráneo.

La vuelta a la CV-25 se hace por el mismo camino, predominando el terreno descendente, algo que se agradece teniendo en cuenta que nos queda la última parte de la subida al puerto de Chirivilla, aunque sólo nos resten 2,6 km.



No serán siempre picando hacia arriba. Este último tramo se puede dividir en: el primer kilómetro al 5,6% de media seguidos de 900 metros casi llanos y los últimos 600 metros al 5,6% de media, cambiando de provincia poco antes de coronar.



Empieza el esperado y prolongado descenso (10 km) hasta llegar a las inmediaciones de Altura, sólo roto por tres cortos repechos (el segundo al 5% de media).


Masía de la Rodana (Altura)

En la entrada a Altura, por una rotonda, nos dirigimos en dirección a Segorbe y metros más abajo, abandonamos la CV-25 a la altura de la piscina municipal, para dirigirnos hacia el centro urbano. Realmente hay que "desandar" el camino en paralelo a la carretera, por la avda. Santuario, siguiendo las señales de la Vía Verde de Ojos Negros (I).


Caseta de guardia (Segorbe)

Si no se quieren hacer estos últimos 11 km de la ruta (0,7% de media) la opción para volver a Valencia es continuar por la CV-25 hasta Segorbe, a la estación de cercanías.


Pantano del regajo (Jérica)

Esta parte de la etapa es muy cómoda de hacer, por una vía atrincherada con poco desnivel, atravesando túneles y pasando por viejas casetas de guardia e incluso la antigua estación de Jérica.


Jérica

El último esfuerzo para nuestras castigadas piernas se hace ya en la propia localidad, ya que la estación del tren se encuentra en la parte más alta del pueblo.




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