domingo, 4 de enero de 2015

El barranco del Carraixet (Valencia - Jérica)

Realizada el 20/12/14

Desembocadura del barranco del Carraixet (Alboraia)

El recorrido de la ruta, de 83,4 km, es este



y el perfil de la misma


El motivo de hacer esta ruta no era otro que el de remontar uno de los barrancos más cercanos a Valencia, con sus 52,5 km de longitud (1,45% de pendiente media): el barranco del Carraixet.
Su nacimiento está a 750 metros de altura al Sur de la provincia de Castellón y recoge las aguas de la vertiente meridional de la sierra Calderona.


Desembocadura del barranco del Carraixet (Alboraia)




Las frecuentes riadas del Carraixet llevaron fértiles limos a las tierras de cultivo de la desembocadura, pero esas crecidas también hicieron que, en la década de los 90, la CHJ acometiera unas importantes obras de encauzamiento para disminuir el riesgo de desbordamiento, porque aunque su cauce normalmente baja seco el tamaño de su cuenca lo hace impredecible en época de fuertes lluvias.





Además el barranco aportaba otras fuentes de riqueza, como agua para el riego de los campos, un lugar donde pescar lisas y anguilas y, además, gran cantidad de eneas y cañas con las que hacer algún que otro negocio.




La salida de Valencia la hacemos por el paseo de la Malva-rosa primero y por el de la Patacona después, siguiendo el carril bici que lleva al parque dels Peixets, en la orilla derecha del barranco. Desde aquí podemos seguir hacia la playa para ver la desembocadura del Carraixet.


Ermita dels Peixets (Alboraia)

Quizás el elemento que más nos llame la atención es la blanca ermita marinera, neogótica, construida en 1907 sobre otra más antigua para conmemorar el milagro de los peces que, según la tradición, tuvo lugar en 1348.

Un cura de Alboraia acudía a la llamada de un enfermo en Almàssera. Cuando se dispuso a cruzar el Carraixet, que venía crecido por las lluvias, cayó al agua y perdió las formas sagradas. Más tarde unos labradores le hicieron saber que las formas las llevaban unos peces en la boca que habían visto en la salida del barranco. Así las pudo recoger en un cáliz y las guardó en una arqueta.


Ermita dels Peixets (Alboraia)

Existe cierta discrepancia entre si el cura iba o volvía de Almàssera. Si iba llevaría tres formas (como defienden en Alboraia) y si volvía, dos (como mantienen en Almàssera). Y esto se ve reflejado en los escudos de ambas poblaciones, con tres peces en el de Alboraia y dos en el de Almàssera.



Para empezar a remontar el barranco lo haremos por la orilla izquierda, de modo que aprovechamos el puente que lo cruza y, con en mar a nuestra espalda, comenzamos la ascensión.



Aunque es el principio de la ruta y vayamos con fuerzas, es recomendable hacer estos primeros kilómetros con calma, fijándonos en la lámina de agua, porque de esta manera podremos ver casi con total seguridad fochas, garzas, garcillas y gaviotas, entre otra avifauna.



Cruzaremos la CV-311 pero no seguiremos por el carril bici que comparten la Vía Verde Churra y la Vía Augusta, porque se separa poco después del barranco. Hay que seguir por el asfalto unos metros y volver al mismo camino de tierra por el que íbamos.


Capilla dels Peixets (Almàssera)

Pasada la capilla dels Peixets nos topamos con las vías del metro, que son más difíciles de cruzar y donde tenemos que extremar las precauciones. Hay que cruzarlas con la bici al hombro y salvar la protección para continuar el camino enfrente de la Alquería de Panera. Ojo también al hueco, en la misma curva de bajada al camino, de la acequia del Bracet del Barranc.


Ermita de la Mare de Déu dels Desamparats (Tavernes Blanques)

La CV-3003 es la que cruza ahora en perpendicular el cauce y, por tanto, nuestro camino; para seguirlo hay que ir a la Cruz Cubierta de Almàssera y hacer la rotonda. Al otro lado del puente de la Ermita, en la orilla opuesta, se ve el derramador del Cano.

Hay que aprovechar la salida asfaltada de Bonrepòs i Mirambell, ya que no tocaremos este firme hasta dentro de muchos kilómetros. La siguiente población que aparece en la ribera del Carraixet es la de Vinalesa, pasados 3 km, donde hay un monolito que hace referencia a una de las crecidas del barranco.



En él se puede leer la inscripción: Recuerdo del desbordamiento de las aguas de este barranco. 28-9-1949. Altura que alcanzaron las aguas: 7m.


Confluencia de l'Alt Palmaret con el Carraixet (Alfara del Patriarca)

La Real Acequia de Moncada también cruza el barranco ayudada por un sifón (de más de 130 m) manteniendo la cota mediante la técnica de los vasos comunicantes.


Sifón del Carraixet (Alfara del Patriarca, Vinalesa y Foios)
Al fondo el molino de Alfara, s. XV (Alfara del Patriarca)

Giramos a la izquierda al llegar a la CV-304 y la seguimos el tiempo que tardamos en llegar a la altura del camino de tierra (derecha) que continua remontando el barranco; el cambio más notable, además del firme, es que estamos rodando por el mismo cauce.


Barranco del Carraixet (Alfara del Patriarca)

Por desgracia entramos en lo que puede ser el tramo más feo de toda la ruta: una sucesión de escombros a ambos lados del camino que dan buena muestra de lo que es un vertedero incontrolado, agudizado una vez pasamos a la otra orilla del barranco por el camino del Pla de Foios.


Barranco del Carraixet (Montcada)

Y como si estuviese preparado de antemano, dejados atrás los escombros, aparece la parte más bonita de este tramo bajo del Carraixet, en la que el camino nos lleva por un cauce más o menos encañonado, con un firme rocoso, plagado de piedras arrastradas por el agua que circulaba en su momento.


Barranco del Carraixet (Montcada)

Por la orilla derecha pasaremos al lado del sifón del Brazo Campana, un corto tramo asfaltado, para bajar de nuevo al cauce seco.


Sifón del Brazo Campana (Montcada)

Y de nuevo las rocas, piedra suelta y paredes altas; quizás la parte más agreste de la ruta. Un tramo más bien corto, pero que se disfruta enormemente y donde las suspensiones tendrán algo de trabajo.
La desembocadura del Carraixet ofrecía, ya en la época fenicia, facilidades para atracar cerca de la playa y efectuar labores de carga y descarga. Incluso hay autores que  creen que el barranco era navegable hasta Bétera o Montcada y que servía para comerciar con el poblado íbero del Tos Pelat.


Barranco del Carraixet (Montcada)

El final de esta parte con tanta piedra termina pasado el puente de la CV-315, cuando las roderas nos lleva hacia la orilla derecha, pedaleando algo por encima del lecho del barranco.


Barranco del Carraixet (Montcada)

De todos modos se agradece rodar un poco más rápido, con menos vibraciones y, sobretodo, no teniendo que fijar la vista a pocos metros de la rueda delantera.


Barranco del Carraixet (Bétera)

A poco más de 1,5 km de haber pasado bajo la A7 el camino se separa del barranco, conduciéndonos al polígono industrial de l'Horta Vella. Destacar que muy poco antes de ese desvío, en la otra orilla, desembocan en el Carraixet los barrancos de Portaceli y de Nàquera (segundo y primero respectivamente según el sentido de nuestra ruta) con pocos metros de distancia entre ambos.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Hay que seguir el asfalto por la derecha para reencontrarnos con el protagonista de la ruta metros más adelante. Si se dispone de tiempo en el lado opuesto del polígono se encuentran las termas romanas de l'Horta Vella, que se pueden ver desde el otro lado de una valla.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Sea como sea, nuestra etapa continúa por la otra orilla, así que cuando la carretera nos facilite ese paso al otro lado, volveremos a ir por un camino de tierra que, seguramente, encontraremos cortado por un alambre. No es obligatorio seguir pegados al barranco, porque este camino y la carretera se juntan 375 m más adelante.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Llegamos a la CV-310, la cruzamos y bajamos por una rampa asfaltada casi al nivel del cauce del barranco, por su izquierda.
Nos incorporamos momentáneamente a una carretera, pero la abandonamos en la primera bifurcación, para ser fieles al trazado del barranco.


Barranco del Carraixet (Bétera)

Nos uniremos al camino de la Torre, que pasa sobre el barranco poco antes del lugar donde se encuentra lo que parece una estación de medición de caudal, a juzgar por las marcas rojiblancas del muro.


Posible estación de medición (Bétera)

La ascensión sigue siendo más cómoda por el asfalto, que sigue incluso habiendo dejado el camino de la Torre, 1 km pasado el muro levantado en la rambla. En las dos siguientes bifurcaciones hay que continuar por la izquierda, circulando entre campos de naranjos..



De repente, por nuestra izquierda, veremos una explanada que se asemeja mucho a lo que puede ser el cauce de un barranco, pero no es así, aunque el Carraixet está relativamente cerca. En este cruce de caminos seguimos recto, por la travesía del Brucar.



Hay que dejar atrás lo que parece una pista de carreras y seguir por la izquierda en los dos desvíos que vendrán a continuación para acabar en un camino de tierra cuya linde está jalonada por piedras blancas.



Donde la tierra termina empieza el hormigón, en lo que parece una encrucijada de grandes campos de naranjos. Si torcemos a la izquierda en la primera variante que se puede, llegamos a la orilla derecha de la rambla que estamos siguiendo.


Barranco del Carraixet (Bétera)

No nos quedará más remedio que hacer un pequeño bucle para bajar a su altura antes de seguir con la ascensión por su orilla derecha, recorriendo el camí de l'Escaló o dels Frares.



Mirando hacia la torrentera, en breve, se ve la caseta de Pantorrilla justo en el lugar en el que el barranco de Pedralbilla se une al del Carraixet o, como se le llama también por esta zona, el barranco de Olocau.


Camí de l'Escaló (Olocau)

Tras superar una zona que requiere bajarse de la bici nos movemos de nuevo por asfalto, cruzándonos en este trecho con el pozo de Santo Tomás.


Pozo de Santo Tomás (Olocau)

Tomando como referencia este pozo de riego hay que avanzar 1 km para tomar un camino a la derecha con el que atravesamos el Carraixet. Es importante destacar que será la última vez que pasemos por el mismo cauce, aunque nos queda algún que otro cruce sobre él.




Ya al otro lado giramos por el primer camino a la izquierda y en el siguiente cruce continuamos recto para, luego, rodear el muro de una finca y avanzar por el camino de la Coveta del Pla durante poco más de 1 km, subiendo hasta la altura del carril bici de la CV-333.

Por nuestra izquierda llegamos a una rotonda donde está el paso para ciclistas que nos permite ir al otro lado de la carretera y reemprender el camino ascendente.

Estamos ahora a casi 5 km de llegar a las casas de Olocau. En este tramo pasaremos sobre nuestro barranco en una ocasión, casi a la vez que la carretera empieza a coger pendiente (1,7 km al 4% de media).


Olocau

Una cómoda bajada nos deja a las puertas del pueblo, pero lo rodeamos por el Oeste y entramos en él cruzando de nuevo sobre el barranco de nuestra ruta. Hemos de seguir por la CV-25 en dirección a Gàtova, pero podemos desviarnos un momento por la segunda salida de la rotonda (Avda. Font del Frare), ya que a escasos 200 m, se encuentra el Arquet, el único vestigio de un acueducto romano que, en su tiempo, recogía las aguas del Carraixet y las pasaba sobre el barranco del Frare.


L'Arquet (Olocau)
Fuente: www.olocau.biz

La rotonda es la que marca el inicio de una larga ascensión (13 km) donde se sigue remontando el barranco de Gátova, otra forma de llamar al Carraixet por esta zona; siempre por el asfalto de la CV-25 y teniendo a nuestra izquierda el lecho del barranco.



El primer tramo (1,93 km al 3,6% de media) rodea el puntal del Cementeri Vell y termina poco después de haber cruzado el puente dels Lladres, sobre el barranco del mismo nombre; puente construido entre 1923 y 1926.


Puente dels Lladres (Olocau)
Fuente: www.olocau.biz

A continuación hay un tramo de descanso (1,3 km) en el que se puede relajar las piernas antes de afrontar los siguientes 3,75 km al 3,8% de media, que da comienzo prácticamente a la vez que se entra en el término municipal de Marines.



Pasamos sobre una nueva escorrentía que vierte al Carraixet, el barranco de la Hoya, en nuestro camino hacia Marines Viejo. Una vez la dejemos atrás tendremos unos escasos 400 m para recuperar aliento y fuerzas antes de encarar los 4,4 km al 3,8% de media que nos separan de Gàtova.


Gàtova

En la parte Oeste de esta localidad se encuentran los enormes arcos de un precioso puente de rodeno, construido en el s. XX, sobre lo que se conoce como el Barranquico.


Puente de Gàtova

Una vez cruzado, si torcemos a la derecha en lugar de seguir ascendiendo (algo que tendremos que hacer de todas maneras) veremos el restaurado lavadero municipal, los 15 chorros de la fuente de los Caños y ya dentro del pueblo, la iglesia parroquial.


Lavadero municipal (Gàtova)

Fuente de los Caños o de San Isidro (Gàtova)

Iglesia parroquial (Gàtova)

Esta iglesia se empezó a construir el 23 de julio de 1723. en 1910 se le agregó el claustro en la parte derecha. La torre se acabó en 1794 y se restauró en 1991 respetando su estilo original.

La subida sigue (1,15 km al 2,61% de media) por la CV-25, aunque no tardaremos demasiado en salirnos de ella, ya que el barranco se separa definitivamente de esta carretera. Para llegar a este punto antes hemos de pasar cerca del acueducto de Piñel.


Acueducto de Piñel (Gàtova)

No está claro que sea de origen romano o musulmán, pero sí que sus dos arcos de piedra hacían que el agua llegara a Gàtova.




A 500 metros del acueducto se encuentra el desvío hacia la fuente del Rebollo, lugar donde dejaremos de rodar por el cómodo asfalto, aunque eso será dentro de 3 km. Primero hay que bajar a la altura de la fuente de la Alameda y, a continuación, iniciar un ascenso (2,4 km al 2,8% de media) siguiendo el cauce del barranco del Rebollo, un nuevo nombre que sumar a la lista.


Cruce con el barranco del Rebollo (Gàtova)

La pendiente va aumentando poco a poco a medida que nos acercamos a la fuente, por lo que una vez lleguemos a su altura igual es necesario detenerse unos instantes, porque nos queda un tramo más exigente todavía.


Fuente del Rebollo (Gàtova)

En concreto son algo más de 800 m (7,2% de media) pero, como decíamos, por el camino de tierra que nace justo enfrente de la fuente.


Camino del Rebollo (Gàtova)

Nos encontraremos con una bifurcación prácticamente en el lugar en que termina la subida y empieza una zona de toboganes. Hay que tirar por la derecha. No hay señalización alguna pero poco después de este desvío ya estaremos en la provincia de Castellón y, para nosotros, eso quiere decir que la cabecera del barranco del Carraixet está muy cerca.


Cabecera del barranco del Carraixet (Altura)

El camino del Rebollo termina uniéndose al camino de las Navas y es justo entre ellos, en la V que forman, donde se encuentra el nacimiento del barranco que venimos remontando desde su encuentro con el Mediterráneo.

La vuelta a la CV-25 se hace por el mismo camino, predominando el terreno descendente, algo que se agradece teniendo en cuenta que nos queda la última parte de la subida al puerto de Chirivilla, aunque sólo nos resten 2,6 km.



No serán siempre picando hacia arriba. Este último tramo se puede dividir en: el primer kilómetro al 5,6% de media seguidos de 900 metros casi llanos y los últimos 600 metros al 5,6% de media, cambiando de provincia poco antes de coronar.



Empieza el esperado y prolongado descenso (10 km) hasta llegar a las inmediaciones de Altura, sólo roto por tres cortos repechos (el segundo al 5% de media).


Masía de la Rodana (Altura)

En la entrada a Altura, por una rotonda, nos dirigimos en dirección a Segorbe y metros más abajo, abandonamos la CV-25 a la altura de la piscina municipal, para dirigirnos hacia el centro urbano. Realmente hay que "desandar" el camino en paralelo a la carretera, por la avda. Santuario, siguiendo las señales de la Vía Verde de Ojos Negros (I).


Caseta de guardia (Segorbe)

Si no se quieren hacer estos últimos 11 km de la ruta (0,7% de media) la opción para volver a Valencia es continuar por la CV-25 hasta Segorbe, a la estación de cercanías.


Pantano del regajo (Jérica)

Esta parte de la etapa es muy cómoda de hacer, por una vía atrincherada con poco desnivel, atravesando túneles y pasando por viejas casetas de guardia e incluso la antigua estación de Jérica.


Jérica

El último esfuerzo para nuestras castigadas piernas se hace ya en la propia localidad, ya que la estación del tren se encuentra en la parte más alta del pueblo.




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