domingo, 15 de febrero de 2015

Límites de la sierra de Ventolà (El Pont de Suert)

Realizada el 02/01/15

Gotarta (El Pont de Suert)

El recorrido de la ruta, de 18,5 km, es este





y el perfil de la misma


Los límites de la sierra de Ventolà podrían definirse gracias a los barrancos de Raons (Norte) y la Torxida (Este), el riuet del Convent (Sur) y el Noguera Ribagorzana (Oeste) y coincide bastante con el recorrido de esta ruta circular con inicio y final en El Pont de Suert.

Iglesia de la Asunción o Nueva (El Pont de Suert)

El barranco de Raons llega al Pont de Suert  por su parte oriental, entre el Tossal de la Emisora y la Roca de Suix, lugar que tomamos como inicio de la etapa, en concreto la c/ Suix, que ya apunta hacia arriba.



Lo malo es que no hay tiempo para calentar las piernas. Desde aquí tenemos que cubrir los siguientes 4,3 km asfaltados al 7,2% de media. Pronto nos separamos del barranco, pero nos encontraremos con él en otro momento de la ruta.



El primer par de kilómetros es, quizás, lo más duro, ya que cuenta con cinco giros de casi 180º con sus consiguientes cambios bruscos de pendiente, pero una vez superados se puede recuperar el resuello con unas agradables vistas del pueblo.


El Pont de Suert

Lo que viene a continuación es más sencillo: pendiente casi mantenida. Sólo se rompe esta tendencia cuando ya hemos rodeado el puntal de Les Dos Roques, que aparece una nueva curva y contracurva.



Superada la serrada de la Gessera, estamos a medio camino de llegar a Gotarta, que marcará el final de esta subida y un cambio de tendencia en el perfil general, algo que seguro agradecen nuestras piernas.



En la misma entrada del pueblo (que ahora pertenece a El Pont de Suert), giramos a la derecha por una calle hormigonada que va rodeando las casas y nos deja en la fuente de Sopena, donde empieza el camino de Gotarta a Maplàs.


Fuente de Sopena (Gotarta, El Pont de Suert)

En lugar de dejarnos caer camino abajo, un último esfuerzo (por la izquierda) para llegar a la iglesia de Santa Cecilia, que debió suceder a la iglesia de San Miguel (s. XII). En la iglesia Vieja del Pont de Suert hay una imagen de San Antonio Abad (s. XVIII) de este templo.


Iglesia de Santa Cecilia (Gotarta, El Pont de Suert)

Ahora sí, empezamos a pedalear por terreno descendente. En realidad esta va a ser la tendencia general hasta llegar a Malpàs, aunque se verá rota en más de una ocasión... Al menos cada vez que crucemos uno de los diez barrancos del tramo.



Antes de llegar al primero de ellos se ve, o se intuye, en lo alto de una montaña, a la izquierda del Tossal de Pollerini, las paredes de las casas abandonadas del pueblo de Erillcastell.



El pueblo cuenta con una iglesia y del los restos del castillo apenas queda nada reconocible, ya que fueron absorbidos por la Casa Montgai.


Erillcastell (El Pont de Suert)

Cruzamos el barranco de la Fuente de Pujol y otras tres torrenteras que también llevan sus aguas al cauce del Raons antes de rodear el serrat dels Bolcaders, en cuya confluencia con el serrat de la Canal de les Tallades, nos reencontramos con este barranco.


Barranco de Raons (El Pont de Suert)

Al otro lado, a la altura de la borda de Martí, volvemos a dejarnos caer en busca de la segunda serie de torrenteras, algunas más importantes que otras (como la de l'Hostalet de Malpàs) siendo las tres últimas afluentes del barranco de La Torxida, el límite oriental de la sierra de Ventolà.


Borda de Martí (El Pont de Suert)

Son dos kilómetros por buen camino de tierra con continuos toboganes, que hacen más entretenido el camino si no lo es ya por el paisaje.



El barranco de Canarillo es el último cauce por el que se pasa antes de llegar a carretera por la que se accede a Malpàs y dejar definitivamente de rodar por tierra.


Malpàs (El Pont de Suert)

Vale la pena aproximarse al pequeño pueblo y ver la iglesia de San Pedro, que aunque en su momento fue románica, de esa construcción no queda resto alguno. Además tenemos una fresca fuente en la plaza para rellenar el bidón.


Iglesia de San Pedro (Malpàs, El Pont de Suert)

Llega la parte más fácil, sin duda. Con las manos en los frenos seguimos la inercia de la bicicleta por la empinada LV-5212, que se une al camino del barranco de Malpàs en su búsqueda del límite Sur de la Ventolà.


Barranco de Malpàs (El Pont de Suert)

Poco a poco la pendiente va suavizando y habrá que dar pedales de cuando en cuando, sobretodo cuando nos incorporamos a la N-260.


A nuestra derecha la escarpada sierra del Ventolá y a la izquierda las umbrías de Cambatiri, entre las que se encañona el riuet del Convent (confluencia del barranco de Malpàs y el de Viu), que acompañamos hasta su encuentro con la cola del embalse de Escales.


Riuet del Convent (El Pont de Suert)

Embalse que se construyó en 1955 engullendo el antiguo puente de Celles y lo que quedaba del monasterio de Sta. María de Lavaix, pero ambos salen a la luz cuando el nivel de agua es bajo.


Puente de Celles y ruinas del monasterio de Sta. María de Lavaix (El Pont de Suert)


Ruinas del monasterio de Sta. María de Lavaix en 1894 (El Pont de Suert)
Dibujo de Jaume Pahissa  basado en una fotografía de Ceferí Rocafort.
Fuente: www.monestirs.cat

Un túnel nos permite acceder al otro lado de la elevación de Sant Llorenç, a la altura del cabo del Fraile, de cara a afrontar esta última parte de falso llano hasta entrar en El Pont de Suert por la N-230 y cerrar el círculo de la ruta.


El tossal de Miravet (El Pont de Suert)

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Para descargar el track, este es el enlace.

martes, 3 de febrero de 2015

El Pont de Suert - Bonansa - El Pont de Suert

Realizada el 01/01/15

La Perelada (Bonansa)

El recorrido de la ruta, de 21,2 km, es este



y el perfil de la misma


Salida corta pero intensa que, aunque tiene inicio y final en El Pont de Suert, transcurre casi en su totalidad por tierras aragonesas. El punto de salida lo tenemos en la orilla derecha del río Noguera Ribagorzana más o menos a la altura de la desembocadura del barranco de Cirés.


El Tossal de Miravet (El Pont de Suert)

En la otra orilla está el conjunto de la iglesia Vieja (s. XIII) y el Palacio Abacial (ss. XV-XVI), casa de los abades del monasterio de Sta. María de Lavaix.


Iglesia Vieja y Palacio Abacial (El Pont de Suert)

Esta primera parte del trazado va a discurrir remontando el río, por lo que ya sabemos que el camino va a picar hacia arriba. Así que nos hacemos una foto en el puente metálico que cruza el río y empezamos a darle a los pedales.



Los primeros casi 3 km sirven para ir calentando las piernas, con algún que otro repecho más acusado que avisa de lo que está por venir. Y ese momento llega tras un breve descenso, coincidiendo con la aparición de una enorme tubería de presión verde que atraviesa la roca de la montaña.



Es un tramo de sólo 500 m por la ladera del Mirabet, pero la sensación es de que son muchos más debido al 12% de pendiente media que tiene. Por suerte luego viene una parte casi plana gracias a la cual recuperamos la respiración y volvemos a colocar piñones más pequeños.



Vamos buscando el arroyo de la Mola, afluente del Baliera. Poco antes de empezar la corta bajada que lleva al cauce del arroyo, puede ser que una barrera eléctrica para el ganado nos "corte" el camino, y es que hay una explotación ganadera en esta parte de la ruta.


Arroyo de la Mola (Montanuy)

Llegar a la altura de cualquier arroyo implica una subida algo más adelante y en este caso no es una excepción. Subida que, con Castarné al fondo, termina al encontrarse el camino con la A-1605.


Castarné y su castillo-palacio (izda.) (Montanuy)

La subida por el camino de tierra se ha terminado, sí, pero empieza la que se hace por asfalto. Subida que acabará cuando lleguemos a Bonansa, el ecuador de la etapa, acompañados en todo momento por el barranco de la Mola.



La pendiente media durante los próximos 4 km es del 8%, así que lo mejor es mantener un ritmo cómodo que nos permita disfrutar de las vistas del valle. De todos modos, para que no se nos olvide, la información relativa a la subida nos va a ir apareciendo en señales a cada kilómetro que superemos.





Más o menos a mitad de la ascensión, a la altura de una cantera en el monte, entramos en el término municipal de Bonansa, pero no será hasta una larga curva a derechas cuando las casas de este pueblo montañés acaben estando pegadas a la carretera.


Bonansa

Hay que bordearla por completo en busca del poste con indicaciones del GR-15 que apunta a una bajada. Nada de coger velocidad porque en plena bajada, a nuestra derecha se encuentra la 'font Vella', de origen romano por sus componentes arquitectónicos. Es curioso que las aguas brotan del subsuelo y se recogen en un pozo cubierto.


La 'font Vella' (Bonansa)

Antes de continuar la bajada tampoco pasa inadvertida la estación de servicio para bicicletas que hay al lado de la entrada a la 'font Vella'. Agua, un soporte... Las herramientas las pone cada uno, pero no deja de ser algo digno de mención.


Estación de servicio para bicicletas (Bonansa)

El ancho camino de tierra nos lleva hacia la zona de la Perelada , entre los barrancos de Navarqué y de las Comas, con unas buenas panorámicas de Bonansa. Un tramo de toboganes, donde lo que más destaca son los 220 m al 8,2% de pendiente media tras cruzar el barranco de las Comas, al que se llegar tras seguir, hacia la izquierda, por una bifurcación que nos aparecerá.


Cruce con el barranco de las Comas (Bonansa)

Luego tendremos una larga bajada (2 km) rota brevemente por el cruce con una nueva escorrentía, hasta que terminamos a la altura del barranco del Montot, al que sigue un nuevo repecho algo exigente (400 m al 7% de media).


Barranco del Montot (Bonansa)

Una vez superado ya podemos hacernos a la idea de que el terreno que nos queda, hasta que terminemos la ruta, va a ser picando hacia abajo con mayor o menor pendiente.



En el cruce de caminos que hay en el cambio de pendiente, seguimos en línea recta haciendo caso de las marcas blanquirojas del GR. Se abrirá el bosque, dejándonos en una zona de pasto donde habrá que superar el cercado para el ganado.



Nosotros nos encontramos con varias vacas que se encontraban comiendo al lado de la cinta que cortaba el camino al otro lado la explotación; ni se inmutaron cuando las íbamos esquivando.



Reemprendemos la pedregosa bajada prácticamente en el sitio donde, por nuestra izquierda, sale el camino que lleva hacia el pueblo abandonado de Gabarret, aunque nuestro camino es el de la derecha, en paralelo al barranco de Cirés.


Cirés y su iglesia de San Cristóbal, s. XII (Bonansa)

Se puede decir que la masía de Espolla es la antesala de Cirés, un núcleo de casas perteneciente a Bonansa al otro lado del barranco al que se puede llegar siguiendo, por la derecha, la carretera asfaltada a la que nos acaba llevando el camino.



Quedan tres kilómetros (7,5% de pendiente media) hasta El Pont de Suert, donde hay que echar mano de los frenos, sobretodo en la primera parte del descenso, por lo revirado del trazado de la carretera.


Al fondo, El Pont de Suert

Luego la carretera se vuelve prácticamente una línea recta mientras vamos acompañando al escalonado barranco de Cirés en su camino hacia el Noguera Ribagorzana, cerrando el círculo de la esta ruta al llegar a ese punto.


Barranco de Cirés (Bonansa)

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Para descargar el track, este es el enlace.