Realizada el 23/04/17
El recorrido de la ruta, de 83 km, es este:
y el perfil de la misma
Descubrimos esta ruta en la revista Bike n.º 299 y es perfecta para realizar en un par de días: recorrido circular, dos etapas de 70 km, cerca de corrientes de agua, paso por pueblos con encanto... así que, tenía que caer.
Lo recomendable es hacer noche en Nonaspe o Beceite, dependiendo de donde se inicie el viaje y así recorrer un río cada día: el Matarraña o el Algars.
En nuestro caso, por el alojamiento, tuvimos que quedarnos en el medio, Calaceite, con la idea de hacer la parte alta de los ríos un día y, a la jornada siguiente, la baja... aunque la baja, tendrá que esperar a otra ocasión.
Decidimos empezar por remontar el Algars, lo que nos dejaría con la parte fácil de la ruta para la tarde, cuando las fuerzas menguarían seguro.
Lo primero es quitarse de encima el tramo por la N-420 y llegar a Caseres tras pasar sobre el Algars por primera vez y cambiando de provincia al hacerlo (de la de Teruel a la de Tarragona).
El río Algars a su paso por Caseres (Tarragona)
La bajada no termina hasta llegar al paseo de la Fuente, en la orilla derecha del río, donde nos encontramos el primer poste que señaliza la ruta y un manantial que data de 1912 según una inscripción en la piedra. Nuestro camino será el llamado TR01, que nos manda hacia Arnes y ya nos indica que lo tenemos a casi 25 km.
Paso de la Fuente (Caseres, Tarragona)
Una pista muy ancha, blanquecina y polvorienta será nuestra compañera durante los siguientes kilómetros. Terreno fácil para rodar aunque estemos remontando el curso de agua. Eso da tiempo para fijarse en detalles como la escultura de Horaci, l'eriçó pintor, obra que forma parte de Art al Ras o la iglesia de Santa Anna (siglo XIV-XV).
Horaci, l'eriçó pintor de Encarna Pons i Adalvert (Caseres, Tarragona)
Iglesia de Santa Anna, al fondo (Caseres, Tarragona)
La cuestión es dar pedales e ir disfrutando tanto de estas pequeñas sorpresas como del típico paisaje de ribera. Pasaremos por delante de Arens de Lledó antes de dejar la pista blanca, que termina en el asfalto de la Tv-3441. Aquí nos habremos separado un poco del río pero, tras una pequeña bajada, volveremos a su lado.
Un camino de tierra más cerrado y con más vegetación es por donde nos meten las señales, cruzando a vado el Algars por dos ocasiones (niguna de ellas con agua). La cepa de la antigua chimenea del Sulfuro del Cassol de Lledó antecede un repecho que termina en un mirador. Hay que parar. A nuestra izquierda y a lo lejos, se ven las casas de Lledó. A nuestra derecha, abajo, a nivel con el río y conservando la balsa original, el molino de Lledó.
Molino de Lledó (Lledó, Teruel)
Nos separamos algo del río para cubrir los siguientes 4 km, ascendiendo, con algún que otro pequeño repecho un poco más intenso... coincidiendo con el barranco de Vinyasses, pero cambia radicalmente al unirnos a la Vía Verde de la Terra Alta, casi casi en la frontera entre esta Vía Verde y la de Val de Zafán.
Estación de Arnes-Lledó (Horta de Sant Joan, Tarragona)
Esa línea imaginaria está en las cercanías de la estación de Lledó, pasado el impresionante viaducto del Algars, del que tendremos unas impresionantes vistas, ya que pasaremos casi por su base de camino al paraje dels Estrets (interesante subida a continuación, ojo).
Río Estrets (Arnes, Tarragona)
Agradeceremos cuando la carretera se ensancha algo y pierde pendiente con las casas de Arnes ya a la vista; pueblo que hay que atravesar de punta a punta para seguir las señales hacia el Toll del Vidre (por fin un poquito de dejarse caer) aunque no llegaremos hasta allí. El agua la encontraremos bastante antes, en la fuente Nueva.
Fuente Nueva (Arnes, Tarragona)
Y es más que recomendable recargar líquido, porque hay muchos kilómetros hasta la siguiente fuente y, por si fuera poco, empieza la parte más complicada de la ruta.
Desde que se cruza el barranquillo de la María tenemos por delante tres subidas destacables en esta parte que discurre por el Parque Natural dels Ports.
La primera se hace por asfalto y son casi 3 km (aunque hay un descansillo de 700 m) con una pendiente media del 6%, que termina en La Creu (592 m).
En ese punto se toma la pista de tierra de la derecha que desciende al riuet de les Valls, un afluente del Algars que hay que cruzar.
Más o menos, ese será el lugar donde empiece la segunda subida, coincidiendo con el cambio de provincia (de Tarragona a Teruel) pero, sobretodo, con el paso sobre el Algars. Será la última vez que coincidiremos con este río.
Otro par de kilómetros al 6% de media, entre pinos, remontando prácticamente por completo el barranco dels Juncars hasta la cabecera del barranco del Coll d'en Selma, cauce que desemboca en el río Ulldemó.
Si la bajada no fue refrescante, el agua del río lo será. Seguro. Y ver aparecer Beceite entre las sierras de Les Escales y la de L'Arca, alegra nuestras piernas: saben que habrá una parada más o menos larga coincidiendo con la mitad del recorrido.
Río Ulldemó (Beceite, Teruel)
Se cruza Beceite por completo buscando la salida por el Oeste hacia el embalse de Pena, aunque es imposible no detenerse y bajarse de la bici unos minutos cuando se llega a las inmediaciones de la ermita de Santa Ana. ¿Motivos? Aparte de la propia ermita, se cruza el puente de Piedra, desde donde se puede disfrutar del conjunto de los molinos papeleros... pero quizás o más importante es que, por primera vez, nos encontramos con el Matarraña, el segundo río por el que estamos realizando la ruta.
Ermita de Santa Ana (Beceite, Teruel)
La ermita de Santa Ana (S. XVII) se levantó en el arrabal del puente por el cantero de Beceite Francisco Bunos, fuera de las murallas de la ciudad, por lo que se cree que sería más visitada por aquellos que transitaban el camino de Peñarroya.
El puente que cruzamos es el llamado puente de Piedra (S. XV-XVI), primero que se encuentra el Matarraña desde su nacimiento; tiene un solo arco y mide 15 metros de altura.
Puente de Piedra (Beceite, Teruel)
Las aguas del río han sido ampliamente aprovechadas en este punto, llegando a mover la maquinaria de hasta nueve molinos desde que se concedió la primera licencia s. XV hasta el cierre de la última fábrica (1970). Producción de muy alta calidad que se utilizó para papel moneda, naipes de Heraclio Fournier o lienzos de renombrados pintores.
Fábrica de Taragaña (izda.) y de Miró (dcha.) (Beceite, Teruel)
Habiendo rellenado los bidones nos ponemos en marcha hacia el pantano de Pena, remontando el barranco dels Olivars por el camino de Peñarroya; el último tramo largo de subida asfaltada que queda (2,5 km al 4,5% de media).
En el embalse (1930) decidimos hacer la parada para comer, prácticamente en la misma la presa, con unas espectaculares vistas de la lámina de agua y un ambiente sumamente tranquilo.
Pantano de Pena (Beceite-Valderrobres, Teruel)
Tras un descanso más largo de lo habitual y habiendo repuesto fuerzas, encaramos el descenso en paralelo al río Pena. Primero por un tramo más encañonado y boscoso, que acabará por transformarse en una zona de ribera con un desnivel más suave que conectará con la A-1414, carretera que nos conducirá a Valderrobres.
Dentro del casco urbano tendremos que desviarnos hacia Alcañiz, pero es una buena idea entrar a la parte fortificada del pueblo por el portal de San Roque, cruzando el magnífico puente de piedra sobre el Matarraña y con la figura del castillo de Valderrobres (s. XII) en lo alto.
Entrada a Valderrobres
Hecho esto hay que volver a la Avda. Cortes de Aragón saliendo del pueblo en busca del Matarraña, cruzándolo y enlazar con el camino de Valderrobres, en el que veremos señalizada nuestra ruta con balizas de Camino Natural.
La pista de tierra ancha es muy similar a la que rodamos al inicio de la jornada, solo que en esta ocasión es descendente. Los kilómetros pasan rápido pero no tanto como para no disfrutar de Torre del Compte, punto en el que gracias a un largo puente cambiamos de orilla.
Torre del Compte (Teruel)
De nuevo volveremos a encontrarnos con la Vía Verde de la Vall de Zafán, esta vez pasando por debajo del viaducto de cuatro ojos que mantenía la cota de la vía en el cruce con el Matarraña. Por suerte para nuestras piernas, la cota sigue descendiendo mientras avanzamos hacia el tercer y último cruce con el río (pasado el desvío al yacimiento íbero de Torre Cremada), que nos dejará a los pies de la N-420.
Tal y como iniciamos el día, lo acabamos, rodando (esta vez hacia arriba) por asfalto para llegar a Calaceite y cerrar el círculo.
Nos queda pendiente para otra ocasión, la parte baja de estos dos ríos que, a buen seguro, será algo más amable en cuanto a desniveles y ofrecerá otros paisajes bien diferentes.
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Para descargar el track, este es el enlace.