sábado, 23 de febrero de 2013

De Valencia al castillo de Chiva

Realizada el 09/02/13

Castillo de Chiva

El recorrido de la ruta, de 44 km, es este



y el perfil de la misma


La ruta tiene su punto de inicio en el barrio de la Luz de Valencia, en la pasarela azul que va al puente que cruza el Turia. De este modo llegamos a la rotonda de entrada a Xirivella, donde hay que seguir por el carril bici de la avda. Camí Nou. Salimos del pueblo por el parque Ché Guevara, donde vuelve a haber carril bici, que cruzará la CV-403.


Hasta llegar a la siguiente rotonda, a nuestra derecha, vemos como todavía quedan en pie varias chimeneas de ladrillo de antiguas fábricas de la zona. Ya en la rotonda el carril bici se bifurca. Nosotros seguimos en dirección Alaquàs, por el paso elevado que esquiva las vías del tren.


El carril bici continua por el parque que bordea esta población hasta casi la c/ Pablo Iglesias, a las afueras. Por la zona roja, giramos hacia Alaquàs , pero se tuerce por la c/ Lanjarón y se sigue recto hasta el final del carril bici, a las puertas del polígono industrial Bobalar. Entonces mantenemos la dirección y saldremos del polígono por un puente sobre la CV-33.


Rodamos ahora por el camino del Bobalar, que no dejamos porque en la rotonda que aparece, también seguimos recto por el camino asfaltado que pasa frente el cementerio y gira, y nosotros con él, al encontrarse con la rambla de Poyo o el barranco de los Caballos; metros más adelante nos cruzamos con el canal del trasvase Júcar-Turia.


En este tramo por el que vamos por la orilla izquierda del barranco, el camino coincide con la Colada de Aragón, hasta que nos separamos de esta vía pecuaria al incorporamos a la CV-4130, cruzando el barranco por el puente de los Caballos. Ojo con este tramo con el tráfico.


700 metros más adelante dejamos la carretera por nuestra derecha, siguiendo un camino asfaltado, el camí dels Plans de Torrent, durante un poquito más de 1 km, que es cuando se llega al cruce con el camí del Mas del Jutge.

Pozo de San Vicente Ferrer (Quart de Poblet)

Giro a la derecha hasta un nuevo cruce (800 metros) desde el que, por la izquierda, se ven una serie de casas. Hacia ellas hay que torcer.

Pozo de San Francisco de Paula, 1931 (Quart de Poblet)

El primer edificio que vemos es el motor de San Francisco de Paula... hay que rebuscar un poco hasta encontrar la placa con el nombre, pero esta aparece.


Pasadas las casas de la masía de Pay, giramos a la derecha e inmediatamente después a la izquierda.


Por delante 1,3 km de camino asfaltado, camí de la Venta de Poio, entre campos de naranjos, hasta que nos topamos de frente con la A7. Desaparece el asfalto y nuestro camino continua por el paso inferior de la derecha, manteniendo esa dirección una vez estemos al otro lado, por pedregoso camino de tierra.


Por este camino atravesamos el barranco del gallego y casi 800 metros después de haberlo hecho, giramos a la izquierda, por un camino más llevadero que llega, pasados 800 metros a otra intersección. En esta ocasión, vamos a la derecha... de nuevo por asfalto.


Sin dejarlo, en 2 km estamos frente a la A3, que en ese punto salva la rambla de Poyo. Como hemos de continuar recto, bajamos a la misma rambla y empezamos a remontarla, con algo de dificultad en los primeros metros por la enorme cantidad de cantos rodados.


No llegaremos a hacer 1 km por la rambla. Pasadas las piedras el camino se va hacia la izquierda y a la altura de las últimas naves industriales, gira a la derecha atravesando toda la rambla y nos deja pocos metros de la CV-383. De nuevo hay que tener algo de cuidado con el tráfico, porque rodamos casi 2 km por ella, viendo en algún momento las gradas del circuito de velocidad de Cheste.


A la altura del corral de la Riberica se ve el puente que pasa sobre el ferrocarril y por el que hay que seguir la ruta. Al bajarlo, se hace un 180º rodando en paralelo a las vías hasta que el camino se aparta de ellas.


Y se aparta hacia el barranco del Pozalet. Al llegar a él, aparentemente el camino desaparece, pero no es así. Se ve una caseta a la otra parte, al lado de la cual hay un empinado sendero que nos devuelve a un camino de tierra que muere en la CV-3840.



Continuamos hacia la izquierda, siempre ascendiendo, hasta encontrarnos en el barranco de Cañadafría tras una pequeña bajadita. Volvemos a rodar por tierra al coger un camino a la derecha que empieza a abrirse paso entre viñedos.



No se abandona este camino que va rodeando el cerro de nuestra izquierda para acabar en la CV-383, 2,5 km más adelante, por el camino de Ribarroja. Justo al otro lado de la carretera está la rambla de Chiva, que ahora tenemos que ir remontando por su parte izquierda.


Cantera de Ocaña (Cheste)

El trazado de la carretera coincide en este tramo con la vía pecuaria de la Colada de Castilla. 2,5 km nos separan de Cheste a la que entramos tras pasar dos rotondas (en la segunda rotonda por la tercera salida), porque antes de ir hacia el final de la etapa, visitamos el pueblo.



En la tercera rotonda, la que tiene la escultura del ciclista, nos metemos en lo que es Cheste porque en la plaza Segunda República, nos encontramos con un elemento de patrimonio interesante: los restos del molino del Nabo.


Molino del Nabo o de Abajo (Cheste)

Este molino harinero de finales del s. XIX se mantuvo operativo hasta mitad del siglo pasado, gracias a la fuerza del agua y por lo que parece, perteneció al Barón de Cheste.


Vaso

Lo que se conserva del molino es la sala de muelas, parte del vaso que llevaba el agua a las palas de madera de las ruedas giratorias y una situada en el césped del parque.

La siguiente parada la hacemos subiendo por la c/ Ribera, que es donde se encuentra la iglesia de San Lucas Evangelista.

Iglesia de San Lucas Evangelista (Cheste)

Este templo del s. XVIII (se terminó en 1760) de estilo barroco, posee una torre de 51 metros que se construyó una vez terminado el edificio principal y alberga seis campanas.

A pocos metros de la iglesia se encuentra la plaza León, donde hay otro edificio singular de Cheste: la posada.

Posada (Cheste)

Esta casona del s. XIX valía de lugar donde pasar la noche a aquellos que venían a Cheste a trabajar en la industria del vino, sobretodo hasta principios del s. XX.

Desde aquí vamos hacia la plaza del Dr. Cajal, pero antes nos detenemos un momento frente a la fachada (c/ Olivera, 3) de una de las antiguas casas señoriales que hay en las inmediaciones de la plaza.


En la plaza del Dr. Cajal, casi cuadrada, destacan dos elementos: el Ayuntamiento, que tiene una fuente de 1802 adosada a la fachada y el edificio modernista del Sindicato Agrícola (1931).

Sindicato Agrícola (Cheste)

Seguimos subiendo por la c/ Ermita llegando a la plaza del Mercado, donde, obviamente, se encuentra el edificio que alberga el mercado municipal (1928) y justo detrás, la ermita de Ntra. Sra. de la Soledad Gloriosa (1866).

Ermita de Ntra. Sra. de la Soledad Gloriosa (Cheste)

Edificio típico de mediados del s. XIX (aunque la fundación primitiva data del s. XVI): edificio de una sola nave con cuatro tramos, capillas entre contrafuertes y cubierta con bóveda de cañón.

Aquí damos por terminada la visita a Cheste y callejeamos hasta llegar a la avda. del Pais Valencià, paralela a la ronda Oeste (CV-50), de modo que por esta carretera y siguiendo las indicaciones hacia Chiva, lleguemos, en bajada, al polideportivo en las afueras.


Lo bordeamos gracias a un camino que luego atraviesa el lugar donde confluyen el barranco Grande y el de la Cueva Morica para unirse a la rambla de Chiva. Por delante esperan 3 km, por el camino del Cementerio, en ascenso constante, ya con la silueta del pico del Cuervo donde se encuentra el final de esta ruta.

Chiva y, a la izquierda, el pico del Cuervo.

La llegada a Chiva se hace por la c/ Dr. Bernat, pero la entrada al pueblo se hace por la cuesta del Cargador, un repecho de 175 metros al 11,5% de media, que termina cerca de la Fuente Las Peñas (1955).


La idea es llegar al castillo, pero antes le dedicamos un tiempo a conocer mejor esta población, de modo que bajamos por las calles hasta el barranco del Gallo, que atraviesa Chiva, y desde allí vamos a la plaza Constitución, donde empezaremos más tarde la subida al castillo. 

Fuente de los 21 Caños (Chiva)

En esta plaza destacan la Fuente de los 21 Caños (modernista) y la Balsa de los Patos. La balsa formaba parte de un antiguo molino y recibe agua tanto de la acequia de la mina como de la Fuente de los Chorros.

Balsa de los Patos (Chiva)

Seguimos descendiendo por la c/ Palleter hacia el barrio árabe de Bechinos, topándonos con la iglesia de San Juan Bautista en el camino.

Iglesia de San Juan Bautista (Chiva)

Fue levantada en el s. XVIII y se encuentra en el casco antiguo de Chiva. En su fachada se puede ver la mezcla de dos estilos: el Barroco y el Neoclásico.

El barrio de Bechinos conserva su original trazado de calles estrechas y sinuosas, con alguna que otra pendiente inesperada, dando la sensación, a veces, de estar en un laberinto. En la parte exterior del barrio se encuentra la Torreta, un elemento defensivo islámico declarado como BIC en 1999. Data del s. XII-XIII y era una de las 4 torres del cinturón defensivo.

La Torreta (Chiva)

Siguiendo el caprichoso trazado de las callejuelas, volvemos a aparecer en el barranco del Gallo. Unos pocos metros en paralelo a él y de nuevo bajamos a la plaza Constitución donde, ahora sí, giramos por la ascendente c/ Pascual Piquer, iniciando la subida al castillo.

Barranco del Gallo (Chiva)

Al llegar a la N-III, torcemos a la derecha para buscar la pasarela por la que cruzarla con más seguridad y que, de paso, nos deja ya en el cerro del castillo. El primer tramo es de tierra, pero no tardamos mucho en volver al asfalto que nos llevará hasta los 371 metros de altura.


Son 450 metros (11,3% de media) con 3 curvas de herradura hasta llegar a la explanada con un mirador donde se encuentra la ermita de la Virgen del Castillo, s. XIX, que sustituye a una ermita del siglo anterior.

Ermita de la Virgen del Castillo (Chiva)

Desde la explanada que hay frente a la puerta se tiene una privilegiada vista de la comarca, llegando incluso a verse el Mediterráneo.


Delante de la ermita, hacia la izquierda, se llega a un vértice geodésico antes de que se termine el camino y hacia la derecha, aparece el sendero por el que afrontar los últimos metros que nos separan del castillo.

Acceso a la fortaleza islámica


Este estrecho camino conduce al castrum, o recinto principal del castillo, por el único punto de acceso. En su época primero se accedía al albacar (gran recinto amurallado con cubos defensivos y libre de construcciones donde se refugiaba la población y su ganado en caso de peligro) por el lado opuesto del cerro y había que rodear toda la muralla hasta este punto, para entrar al castillo. El albacar corresponde a la explanada desde la fuente hasta la parte de atrás de la ermita.


En la Edad Media dependió de la taifa musulmana de Valencia. Tras la conquista cristiana el castrum se divide mediante un muro y se construyen dependencias para usos señoriales.



Tras la expulsión de los moriscos se utilizan sus piedras y otros materiales para construir las casas de los colonos cristianos. Posteriormente, durante las guerras Carlistas (1836 y 1837), se reforma el conjunto defensivo adaptándolo a la artillería.


Finalmente durante la Guerra Civil fue utilizado como puesto de observación antiaérea, lo que le llevó a ser bombardeado y a quedarse en el estado que se puede observar hoy en día.


Una vez acabada la vuelta por los restos del castillo, lo único que nos falta en volver a Chiva por el mismo camino, buscando ahora la estación de cercanías para regresar en tren a Valencia.


Castillo de Chiva


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